En "shock" y "helados" se quedaron ayer los vecinos de Cambre al conocer la noticia de que tres de los fallecidos eran vecinos del concello cambrés. Miguel Caridad y su pareja, Ana, que estaba a punto de salir de cuentas, ambos vecinos del centro de la capital municipal, y Laura Dubra, de Anceis, perdieron ayer la vida en el siniestro del municipio vecino, Carral, de donde eran otros dos fallecidos, según fuentes próximas al ayuntamiento carralés. Los concellos de Cambre y Carral han decretado tres días de luto oficial y el carralés ha suspendido las fiestas en honor a la Virgen del Socorro que celebraba estos días.

Los tres fallecidos cambreses tenían entre veinte y treinta años. El joven es conocido en Cambre por ser el nieto del enterrador, oficio que, según fuentes del Ayuntamiento, había comenzado a desempeñar él también. Vivía con su mujer en el centro de la capital municipal. Testigos del accidente relatan que fue el propio abuelo del joven quien recogió su cuerpo y el de su mujer tras el atropello que les arrebató la vida. La joven de Anceis pertenecía también a una familia conocida en el concello de Cambre, propietaria de una empresa de alquiler de tractores.

Los ayuntamientos de Cambre y Carral han decretado tres días de luto oficial como muestra de duelo y solidaridad. Carral, además del luto, suspenderá la programación prevista para las fiestas.

La noticia de la tragedia dejó a los numerosos vecinos de Cambre que conocían a las víctimas "en shock", como describió la propietaria del bar Gazafello, de Cambre, Jessica Lamas, hermana de un amigo de las víctimas. "Estamos todos un poco helados. Iba a entrar en el bar y me llamó mi hermano porque son amigos suyos. Fue un shock muy fuerte", aseguró la hostelera.

La identidad de los tres fallecidos de Cambre llegó a cuentagotas a los vecinos, cuya preocupación y duelo marcó los rostros y las conversaciones en calles y bares durante el resto de la jornada. "El ambiente está mal. La gente lo sabe. Es algo que no te quieres creer", relató ayer la dueña de Casa Pita, en Andeiro, María Patiño, una de las primeras en saber quiénes eran las víctimas cambresas.