Más de un centenar de vehículos afrontaban ayer la prueba. Javier López fue uno de esos pilotos que acudía ilusionado por volver a formar parte de esta competición. Al volante de su Ford Escort MK2 RS1800, condujo por la zona del accidente minutos antes del mismo sin ningún tipo de problema. "Yo ya había pasado ese tramo y no había nada raro", comentaba ayer conmocionado.

Una vez sucedió la tragedia, el rally fue cancelado y la noticia llegó a todos los participantes y aficionados que se encontraban en la zona. "Poco después de que yo pasase por ahí me informaron de que a uno de los pilotos se le había escapado su coche", relató.

El ambiente era frío. Toda la satisfacción del mundo del motor por recuperar esta prueba herculina se desvaneció en cuestión de segundos. Un espectador que se encontraba siguiendo la competición a tan solo 50 metros de donde se desvió el vehículo, explicó cómo "el coche salió pasado hacia fuera y atropelló a la gente -situada a la derecha-, que salía disparada por los aires".

En ese tramo del circuito que arrasó el coche de la escudería Lalín Deza, que venía de "coger una curva con bastante ángulo", se situaban "entre 100 y 150 personas". "Es una zona algo conflictiva, un mal sitio pero tampoco el más peligroso. Todo lo que nunca sale mal, ayer salió mal", señaló el aficionado, que destacó que la mayoría de la gente "estaba muy tranquila".

Sin embargo, algunos aficionados sufrieron "crisis de ansiedad" cuando fueron conscientes de lo que había sucedido. "Los móviles no iban, la gente buscaba a sus acompañantes y los pequeños estaban asustados".