La visita a Vigo el pasado mes de enero de la banda de butroneros balear, supuestamente dirigida por los hermanos Jonathan y Cristian C.V. , y desarticulada hace unos días en un yate en Ibiza, ha abierto una nueva línea de investigación que podría permitir esclarecer varios asaltos a empresas y chalés en Galicia donde se desvalijaron cajas fuertes.

El robo de gas en Vigo, concretamente acetileno y oxígeno, para hacerse con el oxicorte que a modo de lanza térmica les permitía abrir las cajas fuertes en hoteles, discotecas y viviendas de Ibiza y Mallorca, no es el único que se atribuye al grupo. La Policía Nacional sospecha que también fueron autores de otro asalto similar en Vigo, e investigan los casos que quedaron sin resolver por falta de pistas y que ahora podrían resolverse.

En principio no parece que el grupo balear tenga relación directa con la 'banda del gas" desarticulada en Vigo que utilizaba acetileno para explosionar cajeros autómáticos en entidades bancarias de la provincia de Pontevedra, Portugal y Valladolid. Un sistema que todavía no se ha utilizado en Baleares, aunque no se descarta que los hermanos Cristian y Jonathan C.V. tengan algún contacto en Galicia que ahora buscan las fuerzas de seguridad.

Al grupo de butroneros se les imputan 29 robos con fuerzas en Baleares, y sus dos cabecillas utilizaban una empresa legal de seguridad, Pitiusas de Seguridad, para pasar revisiones de alarmas. Con la información obtenida, desactivaban las alarmas y accedían a los locales mediante butrones y abrían las cajas fuertes con temperaturas de 4.000 grados mediante la técnica de soldadura oxicorte. La organización, según las fuerzas de seguridad, estaba estructurada y cada integrante asumía un papel bien definido: unos conseguían información, otros robaban los vehículos que utilizaban en cada golpe y otros acometían los asaltos. De los ocho detenidos, ninguno de ellos gallegos, cinco han ingresado en prisión provisional.

Los hermanos C.V. tienen un amplio historial delictivo y varias detenciones anteriores. En 2009 con fueron detenidos con un grupo especializado en el robo en naves industriales y domicilios, y en 2011 se sospechó de su participación en varios robos a viviendas de lujo donde habrían revisado alarmas. Su familia es propietaria de Pitiusas de Seguridad y su madre cuenta con antecedentes por tráfico de drogas.