El nuevo golpe a los narcos gallegos propinado por los equipos antidroga de la Policía Nacional en una operación dirigida por la magistrada del Juzgado de Instrucción 1 de Vigo, ha permitido desmantelar una importante organización que trataba de introducir por vía marítima entre 1.500 y 3.000 kilos de cocaína. Mientras el barco abordado en alta mar aún no ha llegado a puerto, los 15 detenidos en Galicia empezarán a prestar declaración hoy mismo en los juzgados vigueses. Anoche estaban repartidos en los calabozos de las comisarías de Vigo y Pontevedra, donde recibían la visita de sus abogados, casi todos de oficio, si bien la mayoría se negó a declarar en sede policial.
Entre los arrestados en Arousa se encuentran viejos conocidos de las fuerzas de seguridad. Uno de los presuntos cabecillas de la organización gallega es Francisco Javier Fernández Pomares, hijo del histórico narcotraficante vilanovés "Peque", fallecido hace unos años y antiguo aliado de Los Charlín hasta que fundó su propio grupo.
Fernández Pomares fue detenidos en su casa de As Aceñas en A Illa de Arousa y el registro de su domicilio se prolongó durante tres horas el pasado lunes. Dos furgones policiales y varios coches camuflados apoyaron a la comisión judicial que abandonó el lugar pasadas las 15.30 horas. Un despliegue que alertó a los vecinos.
No es su primer arresto por narcotráfico. La Audiencia Nacional ya había condenado a Javier Fernández en el año 2000 a 20 años de prisión y 5.000 millones de pesetas de multa como jefe máximo de la organización gallego-colombiana responsable de los 1.152 kilos de cocaína intervenido en un barco en el marco de la Operación Manzanal.
Con Fernández Pomares han sido detenidos otros veteranos del narcotráfico gallego, incluidos pilotos de planeadoras y personas de apoyo en tierra que previsiblemente debían hacerse cargo de la descarga del alijo marítimo interceptado. La mayoría de los arrestos y registros en las Rías Baixas se practicaron en Vilagarcía, Cambados y O Grove, si bien el número total de detenidos aún no se ha facilitado pues se extiende a otras comunidades autónomas, caso de Valencia donde habría caído un importante enlace con los cárteles colombianos.
La operación sigue abierta y ayer se realizaban nuevos registros y posiblemente más detenciones. El secreto de sumario decretado apenas permite conocer detalles, si bien está considerado uno de los golpes más importantes a las redes gallegas de narcos de los últimos años, no tanto por la gran cantidad de droga intervenida sino por la importancia de la estructura desmantelada y las numerosas personas detenidas, casi todas con importantes antecedentes y condenas. En principio se da por desarticulado todo el entramado, pues habrían caído desde los financieros a los organizadores del alijo, así como el personal de apoyo en tierra y mar.
