Un hombre se entregó a las autoridades de Texas (Estados Unidos) durante la jornada de ayer después de que la Policía hallara a cinco niños y tres adultos muertos a tiros en su domicilio situado en el condado de Harris.

Los cadáveres fueron descubiertos tras una fallida visita de agentes de beneficencia a la casa del presunto asesino, que recibieron información de que el hombre al que visitaban estaba bajo una orden de busca y captura por asalto a un familiar.

Acto seguido se presentó una unidad de operaciones especiales en el domicilio. Rodearon la casa y, en su interior, descubrieron el cuerpo sin vida de un adolescente.

Los agentes decidieron entrar por la fuerza a la vivienda, momento en el que recibieron varios disparos por parte del sospechoso, un hombre de 49 años de edad. La Policía se retiró para dejar paso a un negociador que convenció al hombre de que se entregara tras una hora de conversación.

Una vez detenido, los agentes de seguridad procedieron a entrar e inspeccionar el interior de la vivienda, y fue cuando encontraron los cuerpos de ocho personas: cinco niños y tres adultos. Todos fueron atados primero y después ejecutados de un disparo en la cabeza

Todavía se desconoce el sexo y la edad de los mismos. Tampoco está clara la relación entre el sospechoso y las víctimas, según han explicado fuentes policiales a la cadena local.

La investigación continúa abierta para determinar la relación entre ambos y los motivos que llevaron al hombre de 49 años a asesinar a balazos a esas ocho personas.

Nueva polémica policial

Christian Taylor, un joven de raza, negra murió a manos de un policía en "un altercado" en Airlington. El agente, Will Johnson, explicó que el "incidente" se produjo cuando el fallecido robó en el aparcamiento de un concesionario. Cuando el policía detuvo al chico, que iba desarmado, se produjo un "enfrentamiento" y le disparó hasta en cuatro ocasiones.