La Guardia Civil investiga la muerte de una joven de 27 años en Tomiño, fallecida al parecer por sobredosis de droga hace varios días y cuyo cuerpo se localizó ayer, y busca a su novio que se encuentra desaparecido. Ambos residían en un piso de la rúa de Gondomar en el centro de la localidad y estaban sin trabajo, por lo que chica solía comer en casa de su madre y su pareja en la de sus padres.

Precisamente fue la madre de la joven la que dio ayer la voz de alarma a primera hora de la tarde. No iba a comer y no era capaz de contactar con ella por teléfono. Por eso fueron al domicilio de la calle Gondomar y al tirar la puerta de la vivienda se encontraron a la joven, de 27 años de edad, ya muerta y con señales de sangre pegada a su brazo. Aparentemente, y a la espera de lo que determine la autopsia, los forenses que se desplazaron al lugar del suceso apuntan a una muerte por posible sobredosis de droga, posiblemente cocaína.

Tras el hallazgo del cadáver en el piso que compartían ambos jóvenes en Tomiño, comenzó la búsqueda del novio de la chica, una búsqueda en la que participan las fuerzas de seguridad.

La joven fallecida, según explicaron en su entorno, tenía problemas de toxicomanía, mientras que su pareja cuenta al parecer con numerosos antecedentes por distintos delitos, incluido presunto tráfico de drogas, y al menos en una ocasión tuvo que cumplir días de trabajo en servicio de la comunidad.

Agentes del Instituto Armado realizaron la inspección ocular de la vivienda de los jóvenes y tomaron muestras y huellas. El cuerpo sin vida de la fallecida fue trasladado para la realización de la autopsia que determinará las causas y la fecha del óbito. Los investigadores descartaban inicialmente una muerte violenta, si bien quieren esclarecer todo lo ocurrido y por qué el novio de la mujer está en paradero desconocido.