Caso Abierto - Faro de Vigo

Caso Abierto - Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

La cara trágica del período estival

Más de la mitad de ahogados en Galicia durante este mes superaban los 70 años

Once personas perdieron la vida en playas y ríos en lo que va de julio. Si antes la mayoría de víctimas eran jóvenes, ahora hay un cambio de perfil con más fallecidos de avanzada edad

Prácticas de salvamento en Samil | El pasado viernes, aprovechando el mal tiempo y la casi ausencia de bañistas, integrantes del servicio de socorrismo de Vigo aprovecharon para realizar prácticas de salvamento en la playa de Samil de Vigo. El servicio dependiente del Concello que coordina Carlos Vales, presente en diez playas incluyendo Rodas y Figueiras en las islas Cíes, está integrado por Protección Civil, personal sanitario y socorristas de Cruz Roja. El teléfono de emergencias para los arenales vigueses es 986248401.

Los ahogamientos en playas, piscinas o ríos son una de las caras más trágicas del período estival. Y este verano esta problemática se está mostrando con toda su crudeza en Galicia, ya que en un período de apenas un mes más de una decena de personas perdieron la vida en el agua. Pero si antes gran parte de las víctimas era gente joven que moría como consecuencia de conductas imprudentes, ahora se está detectando un cambio de perfil. Y de ello dan buena fe los casos registrados este julio en la comunidad gallega: más de la mitad de los fallecidos superaban los 70 años de edad, registrándose incluso tres casos en los que los bañistas eran octogenarios. Nadaban, casi sin excepción, cerca de la orilla, en zonas de escasa profundidad. Una situación que se destaca en un estudio sobre ahogamientos publicado por la Fundación Mapfre y en el que, entre otras instituciones y colectivos, participó la Universidad de Vigo: el informe subraya la "elevada edad" de muchos de los bañistas muertos en España, algo que, se señala, tendría una estrecha relación con el hecho de que son personas que pueden presentar patologías previas. De hecho, en los ahogamientos de mayores las autopsias acaban evidenciando que la mayoría de ellos habían sufridos infartos o alguna otra indisposición grave en el agua que motivó el fatal desenlace.

En un período de un mes, desde finales de junio y hasta la fecha, un total de once personas murieron en distintos puntos de Galicia. La víctima más joven fue un menor de 16 años de Goián (Pontevedra) que nadaba en el río Miño. Un suceso que se registraba el 26 de junio. Ya en julio, el día 8, un hombre de 84 años perecía en la praia dos Alemáns, en Cangas, y una mujer de 75 en el arenal do Coroso de Ribeira. Sólo tres jornadas después otro septuagenario era rescatado del agua, en Riazor, sin que los servicios sanitarios pudieran hacer nada por salvar su vida. Y el 12 de julio la víctima era un hombre de 55 años, en este caso en una playa de Porto do Son.

El dramático balance incluye también a un turista madrileño que buceaba en un arenal de Viveiro y a una mujer de 78 años que falleció en una piscina particular de una casa en Cuntis. Y esta semana hubo más casos: especialmente trágico fue este miércoles, cuando, además de un octogenario en el arenal de Mosqueira en Moaña, fallecían una mujer de unos 70 años en un río de Monforte de Lemos y un hombre de 53 en Placeres. Y el jueves, una vecina de Vigo de 84 perdía la vida en la playa baionesa de A Ladeira.

"Lo que se está detectando es que está cambiando la pauta de edad de los fallecidos; antes era más gente joven, por imprudencias, y ahora la mayoría están por encima de los 60 años", afirma Carlos Vales, coordinador del servicio de Salvamento y Socorrismo de las playas de Vigo, que depende del Concello. "Y además del perfil también varían las pautas horarias; además de por las tardes, también hay que reforzar el trabajo de prevención por las mañanas, incluso si llueve; porque a pesar de que el día no sea bueno, siempre hay personas mayores que se van a dar un baño, y muchas pueden tener sus dolencias, estar tomando su medicación... y hay que estar siempre alerta", agrega.

La cifra de ahogados en toda España evidencia todavía más la realidad de este problema. Las estadísticas, como se refleja en el ya citado estudio de la Fundación Mapfre, arrojan que más de 400 personas pierden la vida al año por ahogamiento, produciéndose el 45% de estos accidentes en período vacacional, entre junio y septiembre. La mayoría de víctimas son varones y en más del 70% de los casos los episodios se producen en espacios naturales como playas o ríos. Los ahogamientos en piscinas ya representaron en 2013 el 19% de casos.

"El agua es un medio hostil; hay que disfrutar en la playa, pero extremando precauciones"

  • Carlos Vales es el coordinador del servicio municipal de Salvamento y Socorrismo en las playas de Vigo. "El 99% del trabajo que hacemos es de prevención, esa es la clave", expone, haciendo así hincapié en la importancia de "la vigilancia" para detectar y atajar cualquier conducta en el agua que puede suponer un riesgo. Porque imprudencias, advierte, las hay. Las embarcaciones de Protección Civil que vigilan los arenales ya realizaron en apenas mes y medio casi 200 actuaciones preventivas, la mayoría por personas que nadaban fuera de la zona acotada de baño -71 casos-, aunque también por otras incidencias como embarcaciones o motos acuáticas que entran en el lugar reservado para los bañistas -22 casos- o advertencias a jóvenes que se tiraban al agua desde rocas u otras zonas elevadas -47 actuaciones-. "Hay que evitar tirarse desde sitios altos; aunque no haya rocas, desde esa altura la lámina de agua es como cemento; si te arrojas mal las consecuencias pueden ser trágicas", alerta Vales.Los mayores no suelen caer en este tipo de conductas imprudentes. Pero en su caso, ya que muchas veces tienen patologías previas, toda precaución es poca. "Una de las recomendaciones es que no naden hacia las boyas; que se queden cerca de la orilla y naden en paralelo", señala el experto, precisando que los socorristas siempre están muy atentos a los bañistas de avanzada edad. "Si vemos que se alejan la vigilancia es constante", afirma.Aunque la playa es una actividad de ocio, Vales recuerda que el agua "es un medio hostil" y hay que extremar precauciones. Y ante una persona en apuros, los bañistas que los vean "deben asegurarse" de avisar en primer lugar al socorrista. Y abstenerse de meterse en el agua para ir al rescate si no dominan el medio. "Porque en vez de un ahogado, podemos tener más", afirma.

Compartir el artículo

stats