El único detenido por el doble crimen que ha dejado conmocionado a los vecinos de Arbo, Arturo Domínguez, se declaró inocente ante la Guardia Civil en el interrogatorio que le realizaron y negó que hubiese matado a su expareja y al compañero sentimental de la misma. El sospechoso, vecino de Crespos (Padrenda-Ourense) y con una hija de 8 años en común con la fallecida, permanecía ayer en el cuartel de Ponteareas y no está previsto que hoy pase a disposición del Juzgado de Instrucción número 3 de la misma localidad, en funciona de guardia y que se ha hecho cargo del caso. Por ello, todo apunta a que no lo hará hasta la jornada del lunes, antes de concluir el plazo máximo de 72 horas desde su arresto. La detención se produjo la noche del viernes, poco después de que fuesen encontrados los cuerpos en el Monte de A Telleira de Arbo.

Beatriz Rodríguez Mariño, vecina de Vilar (Crecente) y de 30 años de edad, y Sergio Rodríguez Fernández, residente en Arbo de 36, fueron asesinados con disparos de escopeta de caza cuando se encontraban en el automóvil del hombre. Las investigaciones realizadas hasta el momento sitúan el doble crimen en la madrugada del jueves para el viernes, al menos quince horas antes del hallazgo de los cadáveres.

La última vez que se vio con vida a ambos fue en el Restaurante A Vila -donde ella trabajaba como camarera- la noche del jueves. Sergio estuvo allí con la joven, con la que mantenía una relación desde hace al menos un mes, y se marchó en torno a las 23.45 horas. Poco después lo hacía Beatriz. Al parecer ambos se encontraron posteriormente en el campo de fútbol de Arbo, donde la joven dejó su coche estacionado y se subió en el de Sergio. Juntos se adentraron por una pista vecinal que está a unos 200 metros. En un lugar apartado de ese monte, de la zona de A Telleira, se presupone que ya se habría perpetrado el crimen esa misma madrugada del jueves para el viernes.

Porque ya nadie supo nada de ellos la mañana del viernes. Beatriz no fue a casa de sus padres a dormir, donde vive desde que rompió con su expareja, y la familia de Sergio comenzó su búsqueda preocupada porque no respondía al teléfono. Por la tarde, a las 16.00 horas, ella tenía que incorporarse a su trabajo en el restaurante, pero no lo hizo. Alarmados por la falta de noticias, los familiares de Beatriz se pusieron en contacto con Arturo Domínguez, el ahora detenido, por si pudiese estar con él. La joven había dejado la relación con el padre de su hija de 8 años tras otros tantos de vida en común, ruptura que según los vecinos se produjo por las "discusiones constantes" que tenía con él y la falta de entendimiento. Aparentemente colaborador, la expareja fue a casa de los padres de ella el viernes al mediodía y pregunto si habían aparecido. Según personas próximas, después de que le informaran de que todavía no tenían noticias de la mujer, él afirmó: "Igual aparecen muertos por ahí y me echan a mi las culpas".

Los cuerpos fueron hallados a última hora de esa tarde del viernes. Estaban en el vehículo de Sergio y supuestamente, a la espera de los datos de la autopsia, fallecieron de dos disparos de escopeta. A ella el tiro le alcanzó de lleno en el rostro, que quedó irreconocible. A él, un poco más abajo. En un primer momento se apunto también a que el hombre había sido degollado.

Agentes de la Policía Judicial de la Guardia Civil de Pontevedra trabajan en coordinación con el juzgado para resolver el doble crimen. Fuentes del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) recalcaban ayer que la investigación continúa abierta y que hay que esperar al resultado de las diligencias que se están practicando "para determinar" si se trata de un crimen de violencia de género. El juzgado decretó el secreto de las actuaciones.

El grupo de intervención psicológica en emergencias y catástrofes (GIPCE) asistió "sobre el terreno" a los familiares de las dos víctimas de Arbo. Los equipos de asistencia social de la Xunta prestaron asistencia a la hija menor de la fallecida. El vicepresidente de la Xunta, Alfonso Rueda, aludió a la importancia de "atender a las familias ante lo que es un trauma brutal", especialmente en un pueblo pequeño como el de Arbo, en el que existe "una conmoción muy grande", manifestó, por lo que desde el gobierno autonómico brindarán "todo el apoyo" que sea posible dentro de sus competencias.