La conmoción es total tras el doble crimen. Vecinos de Arbo y Crecente definían ayer a las víctimas, Beatriz y Sergio, como dos personas "encantadoras", "extrovertidas"... "Eran almas gemelas", los definió una mujer que conocía a ambos. La pareja ya se había conocido hace tiempo, pero comenzaron su relación sentimental hace tan solo un mes, después de que la mujer rompiera con Arturo -el ahora detenido-, con quien tuvo una hija en común y con quien vivió durante ocho años.

Mientras duró la relación entre Beatriz y el arrestado residieron en Crespos, la cabeza municipal del concello ourensano de Padrenda, pero también en Perdigón, el barrio de la parroquia de Vilar de Crecente, de donde era natural la joven. Pero la relación de la pareja ya no estaba bien desde hacía tiempo, hasta el punto de que ella decidió romper, "algo que él nunca acepto", según consideran los vecinos. La forma en la que al parecer la trataba, discusiones públicas e incluso en el restaurante donde ella trabajaba en Arbo desde hacía tres meses, pusieron rápidamente a la Guardia Civil tras su pista y le detuvieron como sospechoso pocas horas después de hallarse los cadáveres de las víctimas.

Beatriz trabajó un tiempo en la residencia de jubilados del Concello de Crecente y era muy conocida en la capital municipal. El alcalde de esta villa, Julio César García Luengo Pérez, relata que realizaba trabajos de limpieza y era realmente encantadora: "Siempre estaba sonriente y nunca tenía una mala palabra para nadie". Lo mismo opinan de ella los que la conocían de su actual trabajo en el Restaurante A Vila. "A pesar del poco tiempo que llevaba, solo tres meses, sabía tratar a los clientes con respeto y siempre con buenas palabras", dice la encargada del establecimiento.

Con 30 años de edad, Beatriz conocía el trabajo duro y la vida de familia con su expareja sentimental, "que no la trató muy bien y que últimamente se metía mucho con ella por haberlo dejado, pero ella nunca presentó denuncia alguna, porque no le quería perjudicar, porque era el padre de su hija... ", afirman en el centro de trabajo. "Desde luego Beatriz era una muy buena persona, no se merecía esto, y esperemos que cojan pronto al culpable o culpables", agregan a continuación.

Los vecinos también hablan muy bien de Sergio Rodríguez Fernández, que en la actualidad trabajaba para la comunidad de montes de Arbo. "Es una persona muy querida en la localidad; son personas que viven en el centro del pueblo muy conocidas y respetadas", indicó el alcalde Horacio Gil.

Otras personas de Arbo opinan que siempre respiraba "bondad" y aseguran que estaba empezando esta relación "con ilusión" después de mucho tiempo sin nadie en su vida. "Había tenido una novia hace tiempo pero se dejaron, y ahora llevaba años solo", dicen.

En Crespos

También de Arturo Domínguez algunas personas hablan a favor. En Crespos aseguraban ayer que fue un "mazazo" la noticia de su detención y algún vecino indicó que "espero que se aclare pronto porque no lo veo haciendo eso".

Aficionado a la caza, sus conocidos dicen de él que es un hombre al que le gusta disfrutar de sus amigos y que sabía sin duda que sospecharían de él, como comentó a personas próximas. Pero, hasta ahora, parece haberse mostrado firme en su inocencia.