Los cinco primeros guardias civiles especializados en rescates de alta montaña que buscarán a los españoles desaparecidos tras el terremoto que sumió en el caos y la tragedia a Nepal llegaron ayer a Katmandú y hoy comenzarán las primeras operaciones en el valle de Langtang, una de las zonas más afectadas por la catástrofe y donde se ha perdido el rastro de siete de las personas de las que se ignora su paradero: los montañeros asturianos Ángel Hernández, Sabino Fernández, Egidio García y Jesús Mosteirín; la cántabra Isabel Ortíz y su pareja, Mitxel Pizarro; y la barcelonesa Roser Palau. Y a estas labores de rastreo se sumarán otros siete expertos del Instituto Armado y 40 integrantes de la Unidad Militar de Emergencias (UME), que partieron ayer al mediodía desde Zaragoza, con seis toneladas de material y con cinco perros rastreadores y un dron para ayudarse en la búsqueda. El número de españoles de los que todavía no se conoce su paradero tras el devastador seísmo ha bajado a 35, lo que supone más de una veintena menos que el viernes, al certificarse en la mayoría de estos casos que se trataba de personas que pudieron salir del país y no lo comunicaron a la embajada. Por ello, según el ministro de Asuntos Exteriores José Manuel García-Margallo, "estarían totalmente fuera de peligro".

Y más de una semana después del terremoto que zarandeó al país dejando ya cerca de 7.000 muertos, Nepal no espera encontrar más supervivientes bajo los escombros de miles de viviendas en el valle de Katmandú, donde se aguarda la ayuda que ha comenzado a llegar. Organizaciones no gubernamentales aseguran que la burocracia está trabando la salida expedita de material hacia las comunidades necesitadas, mientras los organismos internacionales coordinan a todos los actores para tratar de llegar a los sectores más castigados por el seísmo en un país que ayer sufrió un nuevo susto. Un terremoto de magnitud 5.1 en la escala de Richter en el distrito de Gorkha provocó varios deslizamientos de tierra en Barpak, dejando una mujer herida leve.

La última cifra de fallecidos es de 6.841 y la de heridos de 14.087, pero se espera que aumente el número de víctimas cuando los equipos de rescate lleguen a las zonas más remotas afectadas por el seísmo. El listado oficial de extranjeros fallecidos contabiliza al menos 54 muertos, la mayoría de India y el resto de China, Francia, Japón, Estados Unidos, Australia o Estonia. E incluye a la española Raquel Gómez, de 47 años, fallecida en Langtang en un accidente de tráfico, aunque las autoridades españolas mantienen que su muerte no se debió al terremoto.

El Gobierno nepalí afirmó ayer que hay "escasas posibilidades" de encontrar supervivientes bajo los escombros, valoración que confirma que el país entró en una nueva fase de la tragedia. Y la Organización Mundial de la Salud (OMS) avanzó que al menos el 95 % de los centros de salud de los doce distritos golpeados por le terremoto en Nepal quedaron muy dañados y un 30 % de los grandes hospitales de ese área están inservibles. Mientras, los supervivientes de las zonas más remotas reclaman con urgencias tiendas y lonas para guarecerse, después de que sus casas resultaran destruidas.

Y, tras la llegada el miércoles a Galicia de tres empleados pontevedreses de la constructora San José que trabajaban en Katmandú, hoy lo harán el montañero estradense Carlos Somoza y María Luz Pazos, natural de Marín, a los que el seísmo sorprendió en el Himalaya.