El potente terremoto también provocó importantes aludes en las montañas del país, frecuentadas por alpinistas de todo el planeta, entre los que se encontraban, según fuentes consultadas, al menos dos pontevedreses que practican trekking, que no se vieron afectados y que "están bien". La zona es uno de los escenarios preferidos por los montañeros para llevar a cabo sus retos, entre ellos varios gallegos. Especialistas como Chus Lago, Jesús Martínez Novás o Sechu López han coronado varias de las cimas de Nepal en sus aventuras.

El seísmo producido ayer fue el inicio de un "efecto dominó" que provocó el desplome de grandes cantidades de nieve que arrasaron a los alpinistas. El Gobierno de Nepal tiene constancia de al menos diez montañeros extranjeros muertos en el Everest.

Una fuente del Ministerio de Turismo confirmó que, al menos, dieciocho alpinistas fallecieron mientras se encontraban en el trayecto para ascender el Everest, cuya temporada de escalada comienza en abril. La fuente no pudo facilitar la nacionalidad concreta de los fallecidos y tampoco precisó si hay desaparecidos o heridos en estos momentos entre los escaladores que se encontraban en la montaña.

La avalancha enterró parte del campamento base de los alpinistas que se dirigen al Everest, según Gyanendra Shrestha, del Ministerio de Turismo en Katmandú. "La cifra de muertos podría aumentar, podría incluir tanto a extranjeros como a sherpas (guías de montaña)", agregó.

Funcionarios del ministerio estimaron que al menos 1.000 escaladores, incluyendo unos 400 extranjeros, habían estado en el campamento base o en el Everest cuando ocurrió el terremoto.

Reacciones

Tras el desgraciado suceso, las condolencias no se hicieron esperar. Los reyes Felipe VI y Letizia enviaron un telegrama urgente mientras el Gobierno expresó "su profundo pesar y consternación".

Por su parte, La Unión Europea (UE) anuncia que estudia dar ayuda financiera a Nepal."Vamos a analizar cómo podemos ayudar a Nepal a reaccionar respecto a los edificios destruidos y dañados y cómo ayudar a sus ciudadanos", indicaron. Otros países como Israel o Francia también manifestaron su voluntad de ayudar en lo que pudiesen.

La tragedia también se cebó con auténticas joyas artísticas como la plaza de Pathan Durbar, declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, en la que sus antiguos templos hindúes de madera se derrumbaron. También, por ejemplo, la torre Dharara, del siglo XIX, uno de los símbolos de Katmandú y de 62 metros de altura. Tras el suceso apenas queda un muñón del monumento que posibilitaba contemplar unas impresionantes vistas de la capital de Nepal.