La Audiencia de A Coruña celebró ayer el juicio contra un guardia civil de Oleiros (A Coruña) acusado de supuestas agresiones sexuales a dos menores. La Fiscalía solicita 7 años y medio de prisión y le imputa un delito de agresión sexual con intimidación violencia. El acusado ha negado los hechos, insistiendo en que "en ningún momento" realizó tocamientos a las jóvenes y, sostiene que lo denunciaron por "cuestión de dinero". Su defensa solicitó la absolución.

Los hechos denunciados por las menores tuvieron lugar en las localidades coruñesas de Santa Cruz y Sada en febrero de 2012. El agente Admitió que las dos adolescentes fueron con él y otros amigos a cener de forma voluntaria, y negó los tocamientos que se le atribuyen, así como cualquier comentario obsceno a las dos supuestas víctimas, de las que aseguró desconocía que eran menores de edad, pues tenían 16 y 17 años.

"No entiendo esta situación", aseguró el procesado, quien, preguntado por los motivos de esta denuncia, ha dicho que es por "cuestión de dinero" ya que, al parecer la abogada de una las víctimas le solicitó 15.000 euros para "zanjar" el caso y no ir a juicio.

En la vista oral declaró una de la víctimas, la única que denunció los hechos. Relató al tribunal que a lo largo de aquella noche el acusado le lanzó comentarios obscenos, que fueron seguidos de "tocamientos" durante la cena y después en el coche cuando regresaban de Sada.

"Me metió la mano entre las dos piernas, me tocó los pechos e intentó besarme", manifestó la joven, que denunció lo ocurrido siete meses después de la supuesta agresión. Aunque los tocamientos habrían tenido lugar mientras cenaban, la chica explicó que decidió subirse de nuevo al vehículo con el acusado porque no creía que "fuese a llegar a más" y porque "tenía que volver a casa" y no tenía otra manera de llegar a la ciudad de A Coruña.

Mientras, la otra víctima, que no llegó a denunciar lo sucedido, declaró ante la sala que el hombre le llegó a "tocar los glúteos". Una escena que vio un amigo de ambas chicas que había ido a cenar con el grupo y que, según ha indicado, no percibió "mucha agresión" por parte del acusado, pero sí que tenía "intenciones".

Según el escrito del Ministerio Público, el procesado se encontró un domingo sobre las 20.30 horas en un bar de Santa Cruz con las dos adolescentes. Una de las jóvenes es la hija de un vecino suyo, por lo que sabían que era guardia civil. El agente, según el escrito de acusación, dirigió comentarios "obscenos" a la hija de su vecino y, ya en el establecimiento hostelero, llegó a tocarle los glúteos. Tras "mucho insistirles" convenció a las víctimas para que fuesen, junto con otra persona que las acompañaba, con él y con uno de sus amigos a un restaurante situado en Sada.

Ya en el restaurante, "aprovechando la inmediatez con la joven", el acusado le "tocaba las piernas y los pechos; y, cuando se levantaba, frotaba la zona de su miembro viril contra la de los glúteos de la víctima", según el fiscal, que también recoge que el procesado llegó a sentar a la otra menor encima de sus piernas. Por esto hechos, la Fiscalía solicita siete años y medio de prisión por un delito de agresión sexual y otro de agresión sexual continuada, así como una indemnización de 9.000 euros a una de las víctimas; y de 1.000 euros para la otra.