"Era un hombre especialmente generoso, muy optimista y entregado a su misión como padre". De este forma definía ayer Nieves García, directora del Colegio Montespiño de A Coruña, a Josep Sabaté Casellas, el vecino de la ciudad herculina que falleció en el accidente de avión en los Alpes y cuyos tres hijos estudian en este centro coruñés.

"Siempre participaba y colaboraba en las actividades, con el APA...", señalaba García tras el homenaje que alumnos y profesores del colegio rindieron a la víctima, que residía en la ciudada desde 2009. El Ayuntamiento de A Coruña y la Delegación del Gobierno de la ciudad herculina también quisieron mostrar su apoyo a los afectados por el accidente aéreo con un minuto de silencio guardado al mediodía.

El primer acto de homenaje a Sabaté se produjo en el centro en el que estudian sus hijos, de 3, 5 y 7 años. Padres de compañeros de los pequeños, profesores y alumnos llenaron la pequeña capilla del colegio durante la celebración de una misa en su recuerdo a primera hora de la mañana.

Posteriormente, a las 12.00 horas, todos los estudiantes y docentes del centro salieron a la explanada frontal del colegio, frente a la imagen de la Virgen de la Roca que preside uno de los patios, para realizar una ofrenda floral, rezar una oración y cantar una canción en memoria de los fallecidos en el accidente.

"Profesores y alumnos nos acercamos a la Virgen de la Roca para pedirle que consuele el sufrimiento de todos los afectados por el accidente de los Alpes. Un padre del colegio, Josep, su mujer y sus hijos Carla, Bruna y Arnau, son nuestros compañeros y amigos y están muy tristes", relataban desde el colegio por megafonía durante el acto, en donde la comunidad escolar pidió a la Virgen que "lleve a Josep al cielo, consuele a las familias y les de las fuerzas que necesitan".

Muy querido

Tras el acto en memoria de las víctimas, la directora del centro recordó que Josep Sabaté era un padre muy querido por la comunidad educativa. "Era muy generoso, nunca decía que no a nada y era muy optimista", relataba Nieves García, quien explicó que pudo hablar con la mujer de Josep, Marta, tanto el lunes como ayer para trasladarle el pésame y que fueron muchos los padres que llamaron al centro para pedirle que transmitiese sus condolencias a la familia.

En cuanto a los alumnos, García reconoce que algunos niños le preguntaron "sobre todo por cómo estaba la mamá de sus compañeros", pero asegura que no tuvieron que explicar nada sobre el accidente porque esa labor "ya la realizaron los padres de cada uno el día anterior".

Ingeniero y empresario

Josep Sabaté, natural de Sabadell, era titulado en Ciencias Empresariales por la Universitat Autónoma de Barcelona y también ingeniero industrial en la rama textil por la Politécnica de Cataluña. Residía desde hacía siete años en A Coruña ya que entre 2009 y 2014 trabajó como responsable de salud y seguridad de productos de Zara. Pese a que en la actualidad trabajaba para la firma textil Esprit, la familia mantenía su residencia en la ciudad y esperaba su cuarto hijo. Precisamente ante lo avanzado del embarazo, la familia se trasladó hace unos días a Cataluña para que Marta pudiese dar a luz allí en compañía de su familia.

La pareja había cambiado recientemente de domicilio y de colegio a los niños. Hasta hace unos meses residía en el concello de Carral, donde permanecen empadronados, según confirmó ayer el alcalde de esta localidad, José Luis Fernández Mouriño, quien definió a la pareja como "gente afable, muy implicados en las actividades de sus hijos en el colegio y educados". "Los vecinos hablaban maravillas de ellos", señala.

Desde el Ayuntamiento de Carral informaron de que hoy guardarán un minuto de silencio en recuerdo de las víctimas del accidente y que no descartan desconvocar el pleno de mañana. Además, estudian celebrar algún otro acto en recuerdo de su vecino.

Por su parte, el Ayuntamiento de A Coruña también recordó ayer a las víctimas del accidente de avión en los Alpes y mostró su solidaridad con los familiares y amigos en el minuto de silencio que convocó en la céntrica plaza de María Pita.

Además, el personal de la Delegación del Gobierno guardó un minuto de silencio al mediodía en memoria de las víctimas del accidente aéreo en el interior del recinto, tanto el de las distintas áreas integradas como el de la subdelegación en A Coruña. En Ferrol, el Consistorio ha permanecido en silencio un minuto en recuerdo de los fallecidos.

Además, las banderas de los edificios municipales en A Coruña y en el ayuntamiento de Carral ondearán a media asta durante los tres días de luto oficial por las víctimas del accidente aéreo en el que fallecieron 150, medio centenar de nacionalidad española.