La Policía Nacional detuvo ayer a cuatro personas -tres hombres y una mujer- por su presunta implicación en el secuestro de indigentes para obligarlos a trabajar y robarles sus pensiones. Los funcionarios encargados de la operación, que está bajo secreto de sumario, tomaron declaración ayer a la mujer, que es esposa de uno de los arrestados, y la dejaron en libertad sin cargos. El resto de los sospechosos, todos ellos relacionados con el asentamiento chabolista de A Pasaxe, permanecieron retenidos en los calabozos de Lonzas. Los funcionarios los interrogarán hoy, por lo que en los próximos días pasarán a disposición judicial.

El 091 recibió en los últimos meses denuncias por la desaparición de personas sin hogar en la ciudad. La investigación se centró en los chabolistas de la Conservera Celta cuando uno de los afectados, que tiene alrededor de 70 años, se presentó en el refugio de Cruz Roja al que había dejado de ir sin previo aviso acompañado por un vecino de Ledoño (Culleredo) propietario de una chabola al lado del puente de A Pasaxe.

Una de las trabajadoras, en cuanto se quedó a solas con él, le preguntó dónde había estado los últimos 15 días. El afectado, según fuentes cercanas al caso, le contó, angustiado, que lo habían retenido en una barraca de la antigua Conservera Celta y que había convencido al secuestrador para que lo acompañase a Cruz Roja bajo el pretexto de que tenía que ir a buscar unos papeles para cobrar una ayuda que le conceden los Servicios Sociales.

La supuesta víctima le aseguró a la empleada de la institución benéfica que sufría agresiones y amenazas. La mujer enseguida informó a la Policía Nacional, por lo que los agentes se desplazaron a los terrenos de la antigua Conservera Celta, donde registraron la chabola del presunto secuestrador, que tiene 27 años y vende globos de helio por las calles del centro de la ciudad. Durante la inspección ocular decomisaron un arma. El arrestado fue puesto en libertad tras prestar declaración judicial, pero la Policía Nacional lo volvió a detener ayer.

El imputado aseguró a este diario el pasado 10 de febrero, tras salir en libertad, que conoció al indigente cerca de la plaza de San Agustín, donde dormía entre cartones y rebuscaba comida en los contenedores. Un día, según su versión, le pidió trabajo. No tenía, por lo que acordaron que lo acogería en una chabola a cambio de que realizase pequeños trabajos y le diese parte de la ayuda social que cobraba.

"No está muy bien de la cabeza. Vio a tanta gente, tantas chabolas, que pensaría que estaba secuestrado. No sabía lo que decía. Nunca había estado en un poblado y pensaría eso, pero no era así", alegó. El pasado mes de enero, cuando lo capturaron por primera vez, los funcionarios realizaron una batida por el asentamiento de A Pasaxe y por viviendas de Ledoño (Culleredo) en las que habitan algunas de las personas que en los últimos años abandonaron el poblado. En Ledoño localizaron a otros dos indigentes, todos ellos de edad avanzada, que también habían desaparecido de las entidades en las que habitualmente pernoctaban. La operación, dirigida por el Juzgado de Instrucción número 6 de A Coruña, continúa abierta y bajo secreto de sumario, por lo que no se descartan nuevas detenciones.