La Sección Segunda de la Audiencia de Pontevedra ha impuesto al narcotraficante arousano Roberto Leiro Santos, condenado en 1999 y en 2011 a penas de 4 años y seis meses y 13 años y seis meses de prisión por tráfico de drogas, una nueva condena de 5 años de prisión por un delito de blanqueo de capitales procedentes del narcotráfico. Además, deberá abonar una multa de 1,6 millones de euros.

El tribunal también condena al resto de sus familiares contra los que dirigía acusación el fiscal especial antidroga de Pontevedra, Luis Uriarte, por actuar como testaferros del narcotraficante y aparentar ser los titulares de los bienes que Roberto Leiro adquiría con dinero procedente de su actividad ilícita.

Se trata de la mujer de Leiro Santos, María Teresa Señoráns Cores, a quien impone una pena de 5 años de prisión y multa de 1,5 millones de euros; y la hija de ambos, Nuria Leiro Señoráns, a quien se condena a 3 años y medio de prisión y a una multa de 170.000 euros. Los suegros de Leiro Santos, José Señoráns Señoráns y Balbina Cores Piñeiro también son condenados a una pena de tres años y medio y multa de 55.000 euros. Por último, también se condena a dos hermanas de la mujer de Leiro Santos y al marido de una de ellas (Josefina S. C., María del Carmen S. C. y Juan T. V.) a penas de seis meses de prisión en este caso como autores de un delito de blanqueo pero por imprudencia grave, al no tomar las debidas precauciones tras admitir figurar como titulares de estos bienes.

El fallo judicial también establece el decomiso de dos de los vehículos adquiridos por Leiro Santos y que fueron puestos a nombre de otros familiares con dinero procedente del tráfico de drogas (un Volkswagen y un Audi) y el equivalente dinerario a la suma de 590.682 euros que es la cantidad que la sentencia entiende que el narcotraficante arousano blanqueó a través de diferentes inversiones.

Estas serían, por ejemplo, la inyección de dinero que realizó para poner en marcha un total de tres tiendas de deportes (dos en Cambados y una en Pontevedra), así como la compra de un ático que puso a nombre de su hija y un local a nombre de sus suegros en la villa del albariño. También invirtió en la construcción de una mansión en una finca de Cornazo, en Vilagarcía.

La sentencia añade que ninguno de los acusados tenía ingresos que justificaran estas inversiones. Tampoco Leiro Santos, quien alegó que el dinero procedía de su trabajo con dos bateas mejilloneras. El tribunal concluye que Roberto Leiro apenas podía tener ingresos procedentes de unas bateas que no trabajaba, según las vigilancias del Servicio de Vigilancia Aduanera. Los agentes que declararon en el juicio aseguraron que en esa época destinaba la mayor parte de su tiempo a las labores de narcotráfico por las que fue condenado. Según la sentencia, Leiro cumple actualmente condena en la prisión de Villabona, Asturias. A la pena ya impuesta deberá sumarse la de blanqueo de capitales procedentes del narcotráfico, si bien este ultimo fallo no es firme y todavía puede ser recurrido.