Dos agentes de la Policía de Nueva York murieron tras ser tiroteados por un hombre que luego se quitó la vida y que horas antes del ataque había adelantado su intención de actuar en respuesta a la muerte violenta de varios afroamericanos a manos de las fuerzas del orden. Los dos policías -Rafael Ramos y Wenjian Liu- se encontraban en el interior de su vehículo en el cruce de las avenidas Myrtle y Tompkins en el barrio de Bedford-Stuyvesent, en el distrito de Brooklyn, cuando el hombre se acercó y abrió fuego. "Fueron tiroteados y asesinados sin aviso ni provocación. Fueron simplemente asesinados. Atacados por su uniforme", señaló en una conferencia de prensa el jefe del Departamento de Policía de Nueva York, William Bratton.

El agresor, identificado como Ismaaiyl Brinsley, de 28 años, también murió poco después, tras huir de la escena del crimen y quitarse la vida en una estación de metro cercana cuando era perseguido por la Policía. Brinsley tenía antecedentes delictivos y unas horas antes del doble asesinato publicó un amenazador mensaje junto a una foto del gatillo de una pistola: "Hoy voy a poner alas a los cerdos. Se llevaron a uno de los nuestros... vamos a coger a dos de ellos", amenazaba. Y añadía: "Este va a ser mi último post. Voy a poner a los cerdos bajo una manta", escribía junto a los iconos de una pistola y varios disparos.

Otro fallecido en Tampa

Por otra parte, otro agente de la Policía perdió ayer la vida al recibir los disparos de un sospechoso de ocasionar disturbios en un vecindario de la localidad de Tampa, en Florida. Se trata del oficial Charles Kondek, de 45 años y con 17 años de servicio.