Apenas dos meses le ha durado el carné de conducir al buenense Jesús Manuel G.M., de 41 años de edad. El hombre recuperó en septiembre su permiso de conducción, pero ayer le quedó nuevamente intervenido después de que el domingo le dejase conducir a su hijo menor de edad puesto que él se encontraba en estado de embriaguez. Esta es la medida cautelar que le impuso ayer el Juzgado número 3 de Cangas a la espera de que se practiquen nuevas pruebas, que con toda probabilidad tendrán que esperar ya al próximo mes de enero. Mientras, su hijo de 16 años deberá declarar ante la Fiscalía de Menores de Pontevedra imputado por un delito de conducir sin carné.

El hombre, que actualmente reside en Cangas, estaba citado ayer para comparecer en un juicio rápido en el que se le acusaba de conducir bajo los efectos del alcohol y otro por entregar el vehículo a un menor de edad y por tanto sin carné de conducir. La vista se celebró alrededor de las 11.00 horas y lo que se acordó fue reclamar nuevas pruebas, por lo que el procedimiento judicial sigue adelante con la solicitud de unas diligencias previas para recabar más datos.

La petición la realizó el propio Ministerio Fiscal, que entendía que con la documentación que había encima de la mesa no se podía celebrar un juicio rápido. Esa petición contó con el beneplácito de la defensa del acusado, que durante su comparecencia de ayer se negó a declarar y a la salida de los juzgados eludió a los medios de comunicación.

Esas pruebas a mayores podrían consistir en solicitar la declaración de alguno de los conductores que vieron circular el coche de forma temeraria y dando bandazos por la AP-9, a la altura del puente de Rande. Una vez practicadas esas pruebas se deberá decidir si el asunto se resuelve a través de un juicio rápido o si bien la causa pasa a la Audiencia de Pontevedra. El Ministerio Fiscal solicitó a la jueza que mientras tanto retirase cautelarmente a Jesús Manuel G.M. su permiso de conducir, una medida que fue aprobada por la titular del juzgado mientras dure la instrucción de la causa.

El hombre ayer se acogió a su derecho a no declarar delante de la juez, pero el domingo tras ser interceptado por la Guardia Civil en una de las salidas del Corredor de O Morrazo reconoció ante los agentes que él mismo se encargó de conducir el vehículo hasta la salida del puente de Rande y que a continuación cedió el volante a su hijo de 16 años porque él se sentía "indispuesto". Esa declaración ante la patrulla de la Guardia Civil de Tráfico ha servido para que se le imputen dos delitos: el primero por conducir bajo los efectos del alcohol y el segundo por dejar el automóvil a un menor de edad y sin carné.

Las pruebas de alcoholemia que se le realizaron a Jesús Manuel G.M. arrojaron unos resultados de 1,25 y 1,30 miligramos/litro, una tasa que quintuplica el límite máximo permitido (0,25) y que dobla el tope de 0,60, a partir del cual la infracción pasa de una sanción en vía administrativa (multa económica y retirada de puntos del carné de conducir) a un delito contra la seguridad vial.