El cargador de gas de un mechero jugó ayer una muy mala pasada a la vecina del quinto piso de la calle Gaivota, 7, en A Doblada. Según fuentes de Emergencias 112, su explosión desencadenó un incendio que acabó quemando por completo una de las habitaciones del inmueble. Las potentes llamas que eran visibles desde fuera a través de las ventanas y el intenso humo obligó a evacuar prácticamente a todos los habitantes del medio centenar de viviendas.

Los hechos ocurrieron sobre las cinco de la tarde. Según fuentes policiales, la señora, que se encontraba con su hijo adolescente en la vivienda, habría relatado que estaba recargando un mechero cuando se produjo la deflagración del recipiente, lo que habría desencadenado el incendio. Además, se agravó con la explosión de un televisor que había en la habitación dañada.

"Escuché un primer estruendo y me sobresalté. Pero pensé que sería alguien haciendo obras. Cuando salí a ver qué pasaba ya vi el humo y muchísimo fuego. Rápidamente salí y avisé a los vecinos de varios pisos para salir del edificio", relataba tras el susto un joven que habita en la séptima planta.

Varias dotaciones de la Policía Loca, Nacional, bomberos, Protección Civil y una ambulancia se desplazaron a la zona. Pese a la intensidad de las llamas y a la enorme humareda que se extendió por el patio interior hacia las viviendas superiores, no hubo que lamentar heridos graves. Según fuentes de Emergencias 112 el personal sanitario sí tuvo que atender y trasladar a un vecino con problemas respiratorios.

El dispositivo que hubo que desplegar para apagar las llamas obligó incluso a cortar durante casi una hora la calle Gaivota para evitar mayores problemas y que los dos camiones de bomberos que se desplazaron a la zona pudieran intervenir. Aunque se trasladó un vehículo articulado, finalmente no fue necesario emplearlo ya que los bomberos accedieron por el interior del edificio.

"Había muchísimo humo y nos asustamos. Aún estamos temblando. Estábamos ocho adultos en casa con cuatro niños y lo que más nos preocupaban eran ellos. Los cogimos rápido y salimos corriendo", decía ya fuera de cualquier peligro Jessica Rodríguez, que vive en el 6º piso, una planta más arriba de donde se declaró el incendio.