Un episodio de furtivismo en la costa gallega rebasó la frontera de la violencia. El jefe de los vigilantes de los guardapescas de la Cofradía de Baiona sufrió esta noche una severa agresión por parte de un conocido furtivo de la zona. Xosé Lourenzo tuvo que acudir a Urgencias, donde le dieron siete puntos en la cabeza y cuatro en la pierna tras ser golpeada por una raspa de percebes.

Los hechos ocurrieron durante la pasada noche. Tanto el agredido como otro guardapescas siguieron los pases de un habitual furtivo al que habían decomisado el material capturado 24 horas antes. La historia se repetía un día después. Los dos vigilantes veían en un vehículo al furtivo acompañado de otro individuo por la zona de A Guarda. Le siguieron de forma disuasoria hasta que se produjo la agresión. El jefe de los guardapescas, Xosé Lourenzo, bajaba del vehículo para calmar los ánimos cuando fue golpeado por la raspa utilizada para capturar percebes. El otro vigilante, Manuel, tuvo que mediar para evitar que la agresión fuera todavía más grave

Tras el incidente, el jefe de guardapescas de la Cofradía de Baiona acudió a Urgencias. Recibió siete puntos en la cabeza, cuatro en una pierda y tiene un dedo de la mano derecha muy dolorido. Tanto él como su compañero han acudido a la Guardia Civil para denunciar la agresión de un furtivo que se ha convertido en un habitual de la zona de Baiona y A Guarda.

La patrona mayor de la Cofradía de Pescadores de Baiona, Susana González, ha manifestado su repulsa a la agresión que ha sufrido Xosé Lourenzo. "Es una situación terrible. Llevamos mucho tiempo pidiendo que el furtivismo sea un delito penal". Susana González ha denunciado que parece que tienen que matar a un vigilante para que su petición se haga realidad.