El ADN de un cigarrillo delató a Brais Lozano, el único imputado por el doble crimen de Xermade (Lugo) que se sienta en el banquillo de los acusados tras la muerte del otro acusado, Juan José Calaza, "El pibe" y para quien la Fiscalía solicita 74 años de prisión. La Guardia Civil le citó inicialmente como testigo, pero mintió al asegurar que no había estado aquella noche en el lugar del crimen. Una colilla hallada en la vivienda asaltada demostró lo contrario, según relató ayer ante el tribunal que le juzga en la Audiencia de Lugo.

En la segunda jornada del juicio por el asesinato de Víctor Hermida, de 75 años ,y de su hijo Eulogio, de 51, y tras la declaración de la única superviviente de la vivienda Domitila Rodríguez -que desmintió la versión del acusado en el sentido de que aseguró que nadie le pidió que se hiciera la muerta cuando mataron a su marido y a su hijo-, prestó declaración el padre de Brais Lozano.

Siguiendo la línea de defensa de responsabilizar de los asesinatos al fallecido Juan José Calaza, un paracaidista expulsado del Cuerpo por su excesiva violencia, aseguró que "El pibe" tenía a su hijo "totalmente dominado". El padre de Brais Lozano explicó que su hijo arrastra serios problemas con las drogas desde que con 13 años "le captó" el fallecido y que en tres ocasiones le ayudó para que se desintoxicara. Manifestó ante el tribunal que su hijo le aseguró que él no había hecho nada, y él le cree: " Lo conozco, estoy seguro de que él no fue".

El padre de Lozano relató en la Audiencia de Lugo que la noche del crimen, sobre las 2 de la madrugada, Calaza le llamó al móvil a las 2 de la madrugada, porque su hijo no tenía teléfono, y le pidió que avisase a Brais porque un amigo suyo había tenido un accidente. El padre señaló que su hijo estaba "acostado en el sofá, viendo una película y comiendo pipas". Tras el aviso se fue de casa y no volvió a verlo hasta tres días después. A partir de entonces, no notó nada raro en el comportamiento de su hijo hasta que fue detenido.

La defensa insistió en que las versiones ofrecidas sobre lo ocurrido por la anciana que sobrevivió a los sucesos de la casa de Burgás tienen contradicciones que ponen en tela de juicio su testimonio. El letrado precisó que su cliente, Brais Lozano, mantuvo siempre la misma versión, que no participó directamente en las agresiones que le costaron la vida a Víctor Hermida y a su hijo Eulogio y que incluso se interpuso entre el otro acusado, Juan José Calaza, y la propia Domitila, para que éste último, que falleció en prisión hace algunos meses, no siguiese golpeándola.