El colectivo de vendedores ambulantes que habitualmente celebran el mercadillo dominical en la localidad de Barro quiso ayer tener un gesto en recuerdo de Mónica Lorenzo, la última fallecida por la violencia de género que se produjo en esta localidad, así como manifestar su apoyo y solidaridad a su familia. Lo hicieron instalando lazos violetas en todos los puestos de la feria. Muchos de los vendedores tienen vínculos con otra de las fallecidas como consecuencia de la violencia machista este año. Se trata de Lupe Giménez, asesinada a manos de su marido.