Cinco de los veinticuatro heridos al caer anoche una carcasa de los fuegos artificiales en el centro de la capital burgalesa, dos de ellos niños, siguen ingresados en el Hospital Universitario de Burgos, según el parte médico del centro sanitario.

El accidente, que se produjo poco antes de la medianoche durante la cuarta sesión de la muestra de fuegos artificiales en las fiestas de San Pedro y San Pablo de la capital burgalesa, dejó veinticuatro heridos.

Según el parte médico, catorce sufrieron quemaduras, entre ellos dos niños ingresados en la Unidad de cuidados Intensivos pediátrica con quemaduras de segundo y tercer grado en entre el 6 y el 10 por ciento de su cuerpo.

Además, tres de los adultos resultaron con quemaduras de importancia en el rostro.

Otros diez pacientes fueron atendidos en el centro hospitalario por contusiones provocadas por la avalancha que se produjo tras al explosión, aunque en este momento sólo sigue ingresado uno de ellos con una fractura en la pierna.

El concejal de Festejos del Ayuntamiento de Burgos, José Antonio Antón, ha pedido en nombre del Consistorio "calma" para conocer todos los detalles del accidente.

En declaraciones a Efe, ha insistido en que el perímetro de seguridad era mayor del que exige la normativa y los protocolos de emergencia funcionaron "perfectamente" tras producirse el accidente.

Antón ha explicado que él mismo se encontraba a cuatro metros del lugar donde cayó la carcasa encendida y ayudó a atender a alguno de los heridos.

Antón, que es el presidente del jurado de la muestra internacional y fue testigo de lo sucedido, ha dicho que se investigarán las causas por las que la carcasa cayó en el puente tras el lanzamiento.

Además, ha destacado la calma del público en el momento en que se registró el accidente y ha negado que se produjera una estampida tras la explosión.

En su opinión, los heridos por contusiones se registraron al intentar evitar la carcasa incendiada pero "no se produjeron carreras, sino un movimiento lógico para apartarse del lugar de la explosión".

El concejal ha recordado que la Subdelegación del Gobierno autorizó el disparo de los fuegos artificiales después de la inspección de la Guardia Civil y Protección Civil.

En su opinión, la prueba de que los sistemas de seguridad funcionaron es que los fuegos se interrumpieron inmediatamente después del accidente, las luces se encendieron en pocos segundos y los servicios sanitarios y de evacuación llegaron al lugar prácticamente de inmediato.

El espectáculo se suspendió inmediatamente después del suceso y al lugar acudieron ocho ambulancias y el resto de servicios de emergencia para atender a los heridos.