El alijo de casi 4.000 kilos del San Miguel deja un triste legado tras de sí: un gondomareño muerto a tiros en Venezuela -cuñado de José Jesús Isasis y al parecer responsable de una de las lanchas que debía recoger la droga y que fue hundida por la red tras una avería-; un testigo protegido que se fugó de la custodia policial la víspera del juicio en la Audiencia Nacional -que se desdijo ante notario para exculpar a dos clanes arousanos a quienes antes delató y que fueron absueltos-, y ahora la desaparición o muerte -si se confirma que es la víctima de Ponteareas del propio Isasis.