El piso de Ponteareas donde el martes se encontró un cadáver en un congelador lleva habitado desde hace año y medio, al menos, por un grupo de inmigrantes paraguayos.

Hubo un momento en que residían en el inmueble cuatro personas, todas de la misma nacionalidad, tres hombres y una mujer que llamaba la atención de los vecinos por su pelo pintado de rojo. Los hombres decían trabajar en la construcción. Cada día estacionaban una furgoneta color crema cerca del edificio y bajaban las herramientas que subían al tercer piso.

Algunos vecinos les consideraban reservados y discretos. En el "Bouza Brey", un bar que frecuentaban tenían una relación de cordialidad con las camareras. Jose, sobre quien pesa la orden de busca y captura ahora, era el más afable. Menos popularidad tenía el conocido como "El pistolero", apodo del que se desconoce la razón, y que hace un año decidió regresar a su país.

Quedaron entonces dos hombres y una mujer en la vivienda, pero hace unos tres meses ya se les vio menos por las calles. Jose, que realizaba una vida más reservada, seguía en Ponteareas.

¿Quién es el venezolano?

Nada ha trascendido aún del tipo de relación, negocios o amistad que tenía el venezolano desaparecido con el inquilino del piso. De hecho la única noticia de su existencia y posible paradero llegó de los familiares que pusieron la denuncia de la desaparición.

El caso está pendiente de la identificación de los restos y de conocer las causas de la muerte. La autopsia determinará si es o no el joven venezolano desaparecido. En todo caso, la detención del inquilino y también moroso (pues debía varias mensualidades) dará luz a este caso que todavía está rodeado de misterio.