La Guardia Civil investiga el hallazgo del cadáver de un hombre de edad joven en un arcón congelador de una vivienda de una edificio prácticamente deshabitado de la localidad de Ponteareas. El cuerpo fue encontrado en un piso ubicado en la avenida de Castelao, en torno a las siete de la tarde de ayer. El hombre, que al parecer la casa en régimen de alquiler, había acudido allí preocupado por la falta de noticias de su inquilino. En el piso se encontró con un arcón cerrado con cadenas y sería la Guardia Civil quien procedería a abrirlo. Al cierre de esta edición, la identidad del fallecido todavía se desconocía, dándose además la circunstancia de que el casero no lo reconoció como la persona a la que arrendó su propiedad, aunque fuentes oficiales aún no descartan que pueda tratarse de esta persona. Un amplio dispositivo de la Benemérita acudió a este domicilio, donde los agentes procedieron a recoger pruebas para el esclarecimiento del caso.

La alerta se recibía en torno a las 19.00 horas. El cadáver apareció en un congelador de un tercer piso del número 7 de la avenida de Castelao de Ponteareas.

El edificio de cuatro plantas está prácticamente deshabitado, según comentó una vecina de la zona, aunque hasta hace unos dos meses vivía una familia en el cuarto piso. El macabro hallazgo se produjo en el tercer piso. Una vecina aseguró que una persona conocida por José tenía alquilada esa vivienda y que hace algún tiempo que no se le veía en la localidad.

El cuerpo estaba troceado y, de hecho, los servicios funerarios solo llevaron parte de los restos, quedando en el arcón al menos la cabeza, que estaba aprisionada y pegada a la tapa. El levantamiento de estos restos se producirá posiblemente hoy.

Tras ser localizado el cuerpo, un amplio dispositivo de la Unidad de la Policía Judicial de Ponteareas y un equipo de Homicidios se trasladó al lugar para verificar los hechos y recoger huellas. También fueron requeridas manifestaciones a varias personas que se acercaron, alguna de las cuales, dijo conocer al inquilino.

Poco antes de las 23,00 horas un furgón fúnebre llevó pocos restos en una bolsa negra. Todavía no han trascendido datos de lo que pudo haber pasado en el inmueble, qué ocurrió y cuándo, porque no solo se desconoce la identidad sino el tiempo que esa persona lleva introducida en ese arcón, ni si ha estado ahí todo el tiempo o ha sido trasladada de otro lugar, aunque los investigadores sospechan que llevaba allí al menos dos meses.

Una vecina del edificio contiguo aseguró que nunca escuchó ruidos ni nada extraño en esa vivienda. "No sabía que el piso estuviese alquilado ni habitado", dijo. Otros vecinos se sorprendieron del despligue policial, especialmente de la llegada de varios miembros del departamento de investigación de homicidios que subieron a la vivienda con fundas blancas. También se trasladó la médico forense que acompañó al equipo durante parte del reconocimiento.

El lugar donde se produjeron los hechos se encuentra a muy pocos metros del colegio Bouza Brey, la entrada al edificio está encajonada entre un lavadero de coches y una cristalería, en una de las entradas principales de Ponteareas.