Cuando la investigación judicial se encuentra en su recta final, el caso Asunta volvía a causar revuelo a raíz de la publicación de unas fotografías en las que se veía a la menor posando vestida con corpiño y medias y, en otras imágenes tomadas a oscuras, en su cama tapada con una sábana o sobre el suelo envuelta con una especia de manta. El abogado José Luis Gutiérrez Aranguren, que ejerce la defensa de Rosario Porto, con la que ya habló al respecto de este material, señaló que estas fotos son, unas de la niña tras una actuación de ballet y, otras, de cuando hacía de "zombi" y pedía que se la fotografiase. El jurista se reunió con la madre de Asunta en la cárcel coruñesa de Teixeiro, donde Porto se encuentra en prisión provisional junto a su marido Alfonso Basterra imputados por el presunto asesinato de su hija.

El letrado coruñés manifestó que su cliente está "absolutamente indignada y gravemente afectada" por la aparición pública de estas instantáneas "fuera de contexto, de tiempo y de lugar" pues, prosigue, ni guardan relación con los hechos ni constituyen novedad alguna al estar a disposición de la Policía Judicial desde el día en el que se localizó el cadáver en una pista forestal de Teo (A Coruña). La mayoría de las fotografías, ahondó el jurista, fueron obtenidas en una "época distante" en el tiempo respecto de los hechos que están siendo investigados, "algunas, tres años antes de los hechos, y otras, un año y medio antes" y "todas a petición de la niña". "Unas -precisó el jurista- jugando a zombis, y otras tras una actuación de ballet".

Gutiérrez Aranguren señaló al respecto que la "suciedad está en la mente de quien mira a una niña de entonces diez años con lascivia, y no en la niña ni en el que la retrata". La eliminación de archivos, manifestó, habría tenido lugar desde el ordenador del padre de Asunta, pues nada fue borrado del teléfono móvil de la menor, que tenía doce años cuando murió de forma violenta, ni del de su madre, la abogada Rosario Porto.

Este penalista avanzó que, cuando conozca más detalles, estudiará el asunto con su patrocinada para decidir la postura a adoptar, aunque "su estado en este momento no es precisamente el más adecuado para la toma de decisiones". En todo caso señaló que "por el momento" se han limitado a solicitar la ampliación de la información dada por la Policía Judicial de la Guardia Civil. Con ello, la defensa de Porto pretende saber "desde cuándo tienen conocimiento de su existencia y de qué dispositivos fueron obtenidas cada una de ellas", reiteró.

Por lo de pronto, tras el revuelo causado por el material hallado en el ordenador de Basterra y en el teléfono móvil de Rosario Porto, la Fiscalía señaló que todo lo hallado en los dispositivos electrónicos de los padres de la niña "no modifica en nada su postura en esta causa". Mientras, la Asociación Clara Campoamor, que ejerce la acusación popular, había manifestado la pasada semana que estaban analizando el material para decidir qué postura adoptar.

Por otra parte, Basterra almacenaba en su portátil material erótico y pornográfico de mujeres asiáticas, archivos borrados y recuperados sobre los que se hace un apunte en el informe incorporado a la causa: "Llamando especial atención los vídeos e imágenes pornográficas" de mujeres con rasgos asiáticos. Su ordenador se localizó el pasado 30 de diciembre sobre la mesa del salón del piso que tenía alquilado en la capital gallega el padre de Asunta, y el descubrimiento se realizó después de que no apareciese el aparato en otros dos registros.