Tres años de trabajo dedicaron los agentes de la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil y del Servicio de Vigilancia Aduanera a investigar la macroorganización dedicada al fraude del gasóleo. Se calcula que solo en los últimos ocho meses podrían haber defraudado al erario público 5,5 millones de euros al adulterar el gasóleo agrícola y de calefacción (que está bonificado y por lo tanto tiene una menor carga impositiva) para convertirlo en gasóleo dedicado a la automoción y venderlo así a gasolineras y transportistas. El balance final es de 98 detenidos y la obtención, por parte de los investigadores, de "pruebas e indicios" de la participación en los hechos, "en mayor o menor grado", de 138 personas físicas y 104 personas jurídicas.

La trama que se extiende por todo el territorio nacional salpica a la provincia de Pontevedra. El vecino de Caldas detenido en el marco de la Operación Nehar supuestamente es uno de los 13 transportistas implicados en la trama y que operaban dentro de una de las nueve organizaciones que componían la red y que trabajaban de forma "más o menos independiente", aunque con algunas interrelaciones entre sí. El detenido es responsable de una importante empresa de transporte radicada en el municipio caldense. Una firma que, en principio, no tiene vinculación con el mundo de los hidrocarburos y se limita al transporte de todo tipo de mercancías. La Guardia Civil investiga ahora si realizaba transportes para esta red o era receptor. Para ello será fundamental la documentación recogida en el registro de un domicilio relacionado con esta persona que se efectuó en Caldas de Reis.

Fuentes de la UCO de la Guardia Civil explicaron ayer que esta fue la única detención y registro que se practicó en Galicia en el marco de la Operación Nehar. Los agentes aseguraron que de las 46 estaciones de servicio que están implicadas en la trama ninguna de ellas está en la comunidad autónoma. Todas ellas han sido clausuradas cautelarmente. Lo cierto es que esta macroorganización contaba con una enorme infraestructura para llevar a cabo el lavado del gasóleo y embolsarse así ingentes beneficios. Además de esta red de gasolineras, se descubrió una planta de biodiesel al servicio de la trama así como otros 9 posibles centros de transformación del combustible agrícola y de calefacción en gasóleo de automoción. También se constató la implicación en la trama de 37 titulares de establecimientos dedicados a la producción, distribución y comercialización al por mayor de hidrocarburos. Los agentes se incautaron de 1,2 millones de euros en metálico, 331 vehículos y 128 inmuebles en el curso de los registros practicados. Y todavía resta el análisis de la documentación incautada a la organización y el análisis de las cuentas bancarias de las firmas investigadas.

La trama solía además engordarlo con hidrocarburos y otras sustancias el gasóleo, logrando así disponer del doble de combustible y por lo tanto multiplicaban sus beneficios. Se investigan los delitos contra la Hacienda Pública, estafa, asociación ilícita y falsedad. Y es que la trama no solo alcanzaba "toda la cadena comercial de los hidrocarburos". Además, contaban con una serie de sociedades instrumentales y receptores de facturas falsas cuyo papel consistía en justificar el destino legal del gasóleo bonificado que la trama convertía en gasóleo de automoción. El objetivo era ocultar el destino que tenía en realidad este combustible.