Un vecino de Caldas de Reis está entre el cerca de un centenar de detenidos por la Guardia Civil y el Servicio de Vigilancia Aduanera en el marco de la operación Nehar, un vasto dispositivo policial que ha supuesto un duro golpe a las tramas dedicadas al fraude del gasóleo, adulterando el combustible de calefacción y agrícola, que está bonificado, para venderlo como gasóleo para vehículos a motor.

De las dimensiones del operativo policial da una idea el hecho de que hayan sido más de 500 los agentes de la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil (UCO), en colaboración con el SVA, los que desde primera hora de la mañana de ayer se desplegaron en 23 provincias españolas para proceder a las detenciones de este centenar de personas y realizar numerosos registros en domicilios, gasolineras y oficinas de empresas relacionadas con el sector de los hidrocarburos.También se inspeccionaron naves en polígonos industriales en las que, supuestamente, se adulteraba el combustible agrícola y de calefacción para convertirlo en gasóleo para la automoción. Uno de los principales objetivos de este proceso es eliminar el tinte rojizo que distingue los combustibles bonificados del gasóleo de automóción pero, al parecer, los implicados añadían en este proceso hidrocarburos de más baja calidad para aumentar la cantidad de combustible que luego ponían a la venta y así incrementar también sus beneficios.

Además de descubrir un fraude a la Hacienda Pública que la agencia Europa Press calcula en unos 2.000 millones de euros anuales, una de las cuestiones más preocupantes de esta operación es la sospecha de que miles de consumidores repostaron en sus vehículos gasóleo de muy baja calidad, con los consecuentes daños que puede producir en la mecánica de los automóviles. Se cree que los vehículos más modernos son los que se pueden ver más afectados y concretamente con daños en sus sistemas de inyección.

La investigación comenzó hace ya dos años y en ella se pudo determinar la existencia de un total de nueve grupos distintos que se dedicaban a adulterar y comercializar el gasóleo, una actividad ilícita en la que en muchas ocasiones se contaba con la connivencia de las propias gasolineras, que así vendían el combustible mucho más barato. Según distintas fuentes, entre los detenidos hay empresarios relacionados con el sector de los hidrocarburos.

Además de las actuaciones desarrolladas en Caldas de Reis, gran parte de este operativo se desplegó en Madrid, así como en las provincias de Toledo, Zamora, Almería, Cuenca, Murcia, Tarragona, Alicante, Castellón, Granada o Albacete, entre otras.

Una de las primeras reacciones a esta macrooperación surgió de la Asociación de Consumidores Facua, que reclamó ayer a las autoridades que den a conocer el nombre de las gasolineras implicadas en esta actividad ilícita y que pudieron haber comercializado gasóleo adulterado y, por lo tanto, que pudo ser nocivo para los vehículos.

Rubén Sanchez, portavoz de Facua, solicitó "transparencia" para que trasciendan los nombres de estos establecimientos dado que "se ha creado una sombra de sospecha sobre todo el sector de gasolineras en España".