Medio centenar de alumnos del colegio Filipense (Vilagarcía) se llevaron ayer el susto de sus vidas. Los niños, todos ellos de entre 3 y 4 años, fueron evacuados del autobús en el que viajaban a consecuencia de un incendio que se declaró en la parte trasera del vehículo, probablemente en el motor. Aunque los nervios estuvieron en todo momento a flor de piel, los profesores lograron que no cundiese el pánico y que el desalojo se realizase de forma ordenada y lo más rápido posible. Afortunadamente todos los pequeños resultaron ilesos.

El suceso ocurrió a las 13.53 horas. Los alumnos regresaban de Vigo, donde habían disfrutado de una excursión al zoo, y cuando el autobús sobrepasó la rotonda de Baión para tomar el vial de acceso al Puerto (N-640), los docentes y el conductor empezaron a percibir un fuerte olor a combustible, por lo que decidieron abandonar la carretera en la primera salida. Fue en la del hospital comarcal. Ya empezaba a salir humo negro de la parte de atrás del vehículo. Rápidamente los adultos se organizaron para evacuar a los pequeños, que salieron de forma simultánea.

En el punto se movilizó un amplio dispositivo de emergencias en el que participaron Bomberos, Protección Civil, Policía Local y Guardia Civil de Tráfico. Los niños y los profesores fueron trasladados a una zona de viviendas próxima al lugar del incendio, donde los vecinos les llevaron leche, galletas, agua y pan.