El helicóptero siniestrado el sábado en Vilagarcía fue perdiendo piezas mientras volaba, hasta el extremo de que han aparecido fragmentos de la aeronave cerca del campo de fútbol de Cornazo, que está a 150 metros en línea recta de la finca donde cayó la aeronave. El único herido grave fue el piloto, el vilagarciano Jorge García, que está ingresado en el Hospital do Salnés y se le ha diagnosticado una lesión en una vértebra.

Parece ser que la avería mecánica que supuestamente provocó el accidente se produjo cuando el helicóptero volaba cerca de la cima del monte de Lobeira, y el piloto se vio obligado a realizar un aterrizaje de emergencia sobre el primer claro que vio en el bosque, ya en la falda baja del monte. Antes de caer al suelo se desprendieron de la aeronave una aleta trasera y un extremo de la cola, que fueron localizados a primera hora de ayer cerca del campo de fútbol de la parroquia vilagarciana de Cornazo.

Mientras, el aparato se precipitaba en una pequeña finca, y posiblemente por el choque, la cola se desprendió y salió disparada, quedando colgada de los alambres de una parra, a cinco metros de distancia. Una pieza de las palas traseras todavía acabó más lejos, siendo localizada a unos 30 metros, en una parcela recién labrada que hay del otro lado del río A Lomba, que discurre por el fondo del valle, a una docena de pasos de donde cayó el Robinson R44 que pilotaba Jorge García. Lo que todavía no fue localizado es el rotor de cola.

Una de las hipótesis de trabajo que manejan los servicios de emergencias para explicar el accidente es que se produjese una rotura de la transmisión del rotor de cola. Una posibilidad que tendrán que refrendar o rechazar los dos expertos de la Comisión de Investigación de Accidentes e Incidentes de Aviación Civil (CIAIAC), que llegaron a media tarde de ayer a Vilagarcía procedentes de Madrid.

Los técnicos llegaron a la finca donde se encontraba el helicóptero poco antes de las ocho de la tarde y está previsto que se queden unos días por la zona para investigar el accidente sobre el terreno.

A medida que los investigadores tomaban fotos de los restos de la aeronave y los examinaban, un equipo del Servicio Municipal de Emerxencias de Vilagarcía desmontaba el helicóptero. Le retiraron las palas y los patines, y sobre las 22 horas lo cargaron en el tractor con grúa de un vecino, que se encargó de trasladarlo al recinto de Fexdega. Permanecerá ahí unos días, hasta que los técnicos de la CIAIAC, que depende del Ministerio de Fomento, ordenen llevarlo a Madrid para seguir allí su examen.

El helicóptero es de una empresa privada fundada hace poco por el piloto -aunque al parecer estaba pendiente de recibir un certificado para poder empezar a contratar vuelos-. Había salido de Sanxenxo y se dirigía a Caldas de Reis. Viajaban junto a Jorge García dos amigas suyas, vecinas de Vilagarcía y Sanxenxo, que sufrieron poco más que magulladuras. Cientos de personas se pasaron ayer por la finca donde cayó el aparato.