La Guardia Civil, en colaboración con la Policía Judiciaria portuguesa, ha identificado al supuesto autor de un violento asalto ocurrido en una joyería de O Rosal (Pontevedra) hace dos años, por lo que ha procedido a difundir su retrato robot para facilitar su localización. El sospechoso es un ciudadano luso en paradero desconocido y contra el que se ha dictado una orden europea de detención.

El robo con intimidación se perpetró el 10 de abril de 2012 en una céntrica joyería de O Rosal, cuando se encontraba en su interior su propietario, un conocido joyero del Baixo Miño que recibió una brutal paliza. La víctima llegó a perder el conocimiento mientras el individuo le golpeaba y tuvo que ser asistida en el Hospital do Meixoeiro de Vigo por las múltiples lesiones que presentaba.

A raíz del robo, agentes del Departamento de Indentificación del Servicio de Criminalística de la Guardia Civil se trasladaron a O Rosal y confeccionaron fotos robot con la información aportada tanto por el perjudicado como por varios testigos. Estos retratos fueron difundidos entre los diferentes cuerpos policiales españoles y portugueses, especialmente en las localidades limítrofes con la provincia de Pontevedra.

Huellas dactilares

Y las pesquisas fueron avanzando. Gracias a la información aportada por la Policía Judiciaria lusa, se pudo identificar, según informó ayer la Guardia Civil, a una serie de "candidatos" coincidentes con esa foto robot perteneciente al autor del robo y las lesiones al joyero. Y se pudo ir más allá, ya que entre las huellas dactilares recogidas en el establecimiento asaltado tras los hechos, había algunas que pertenecían a un sospechoso que fue señalado a partir de este retrato.

El presunto autor del robo sería así un ciudadano luso que se halla en paradero desconocido, aunque, concreta el Instituto Armado, hay indicios de que sigue residiendo en Portugal, por lo que por parte del juzgado se dictó orden europea de detención "para su puesta a disposición de la autoridad judicial competente".

El robo ocurría la tarde del 10 de abril en una joyería de la calle Ramón Franco 21 de O Rosal, donde se encontraba la víctima, un conocido joyero, al tener que ausentarse el hijo que estaba a cargo del negocio. Un "hombre alto y fuerte" que hablaba portugués entró preguntando por piezas de oro y cuando el hombre le enseñó el muestrario, el agresor lo cogió del cuello, casi estrangulándole, y le asestó puñetazos. Una cliente que iba a la joyería vio la escena a través del cristal y pidió auxilio, por lo el agresor huyó.