La memoria frágil de Esperanza, la vecina de Cualedro (Ourense) localizada el viernes con vida tras tres días y tres noches vagando sola, estaba lúcida cuando un guardia civil del servicio de montaña la encontró en un zarzal a más de 10 kilómetros de casa. Su bolso en las proximidades hizo de baliza. El pariente del propietario de una granja cercana informó poco antes de que una señora mayor recogía ramas y palos y los apilaba bajo el brazo. La descripción fue una señal inequívoca para la familia. Esa era la costumbre de la señora, aquejada de alzhéimer, cuando transitaba por su pueblo de Rebordondo.

A varias aldeas de distancia, sin agua ni medicación, la mujer reprodujo su hábito. Caminando, se adentró en una zona de difícil acceso. Fue incapaz de salir. "¿Esperanza?", dijo el agente al hallarla. "Solo quiero irme a casa", imploró la mujer. Está en el hospital de Verín. El concello de Cualedro propondrá su ingreso en una residencia de mayores para que siga la pauta de medicación. Su hijo aprueba la solución.