Un buque patrulla chino detectó una señal de pulsos que podría estar vinculada con el avión malayo desaparecido el 8 de marzo cuando cubría la ruta Kuala-Lumpur Pekín. Un detector de cajas negras a bordo del buque Haixun 01 detectó la señal, con una frecuencia de 37,5 kiloherzios por segundo en las aguas del sur del océano Índico ayer y los equipos de rescate intensificaron la búsqueda, cuando se cumplen cuatro semanas de la desaparición del aparato.

La señal, que aún no se ha confirmado si está relacionada con el avión de Malaysia Airlines, se detectó a una latitud de 25 grados sur y una longitud de 101 grados este.

Según el Diario del Pueblo, el periódico oficial del Partido Comunista de China, la frecuencia detectada por el Haixun 01 coincide con la muestra de señal de la caja negra que había enviado la compañía fabricante del avión, la estadounidense Boeing.

La operación de búsqueda del avión, que se cree que cayó al mar tras agotar su combustible, es la mayor de estas características que se ha emprendido hasta el momento. En el operativo de ayer participaron 10 aviones militares, 3 aviones civiles y 11 embarcaciones, según informó el Centro de Coordinación de Agencias Conjuntas, creado por Australia para esta misión. A los medios desplazados se les ha sumado desde el viernes un submarino nuclear británico para iniciar la búsqueda bajo el agua.

Las operaciones se centraron en tres zonas situadas dentro de una área delimitada de unos 217.000 kilómetros cuadrados a 1.700 kilómetros al noroeste de la ciudad australiana de Perth, desde la que se coordina el operativo multinacional.

La búsqueda se ha convertido en una carrera a contrarreloj debido a que la batería de estos transmisores, de un mes de duración, está a pocos días de agotarse, lo que complicaría aun más la operación.

Ante esta posibilidad el director del Centro de Coordinación de Agencias Conjuntas, Angus Houston, dijo que la búsqueda continuará tras señalar que "hay muchas cosas del avión que pueden flotar".

El avión malasio desapareció cerca de 40 minutos después de despegar de Kuala Lumpur con 239 personas a bordo, más de 150 de ellas de nacionalidad china, y desde entonces los investigadores han establecido que giró bruscamente hacia el oeste, para atravesar la península malasia, antes de emprender rumbo al sur del Índico, por razones desconocidas.

La policía malasia dijo esta semana que no considera responsables de secuestro, sabotaje y problemas psicológicos o personales a los 227 pasajeros que viajaban en el avión.