Se confirma una nueva víctima de la violencia de género en Galicia, la segunda en lo que va de año en la comunidad. En torno a la una de la tarde de ayer, los agentes de la Guardia Civil hallaban el cuerpo sin vida de María Luisa Jiménez de 37 años y que desapareció el pasado domingo en Vilaboa tras ser secuestrada a la fuerza por su marido. El cadáver fue localizado en el monte Gonzar, en el concello coruñés de O Pino (cerca del aeropuerto de Lavacolla), por las indicaciones del marido de la víctima, José Luis Cortiñas Romero, de 43 años, quien ya ingresó a última hora del lunes en la prisión de Lugo, acusado del homicidio y tras confesar el crimen ante la juez Estela San José.

En un primer momento señaló que el cadáver se encontraba en algún lugar de Teixeiro, pero finalmente sus indicaciones llevaron al punto en el que apareció el cadáver. El cuerpo fue trasladado al Hospital Universitario Lucus Augusti para practicarle la autopsia, aunque en un primer reconocimiento ya se apreciaba que presentaba varias heridas de arma blanca.

María Luisa Jiménez Jiménez era madre de seis hijos y se encontraba embarazada. Originaria del poblado de O Vao, en Poio, se trasladó a vivir a Lugo con su marido y con su familia después de contraer matrimonio con él. Fuentes del TSXG y de la Delegación del Gobierno confirmaron ayer que la Policía Nacional tuvo constancia de que esta mujer pudo ser ya víctima de un episodio de malos tratos el pasado año a través de una denuncia presentada por una tercera persona, pero al ser contactada por los agentes insistió en no presentar denuncia negando cualquier tipo de episodio violento.

Sin embargo, la mala relación con su marido la llevó a dejar el domicilio conyugal en la calle Orquídea de Lugo (que ayer fue objeto de nuevos registros) para mudarse hace tan solo dos meses a la casa de su familia materna en Vilaboa. Su marido se presentó este domingo en la vivienda para llevársela "por la fuerza" y pese a la oposición de la mujer. Horas después Cortiñas telefoneó a la familia de su mujer para decir que no sabía nada de María Luisa dado que se había escapado en una gasolinera. La familia de la víctima presentó una denuncia ante la Guardia Civil y se inició una búsqueda que acabó de la peor manera posible.

Antes, el lunes por la tarde, la Policía Nacional ya procedió a la detención de José Luis Cortiñas ante las versiones contradictorias que daba de los hechos. Primero fue arrestado por un presunto delito de detención ilegal pero la jueza lo envió a prisión bajo la imputación de homicidio tras confesar el crimen. Los investigadores creen que este lucense de 43 años recogió a su esposa en Vilaboa y que en el camino hacia Lugo acabó con la vida de su mujer asestándole varias cuchilladas dentro del coche para posteriormente abandonar su cuerpo en el monte.

Las fuerzas de seguridad están en alerta para evitar posibles incidentes entre la familia de la víctima y la del asesino. El consejo gitano ordenó ayer el alejamiento de la familia del homicida de Pontevedra y A Coruña "para evitar desgracias".