Dos agentes de la Guardia Civil destinados en los cuarteles de Cambados y O Grove han sido detenidos en las últimas horas por sus compañeros del Equipo contra la Delincuencia Organizada (EDOA) de Pontevedra como presuntos colaboradores de la red de narcotraficantes atribuida al cambadés Fernando Fariña Betanzos, "O Fuchico", que está en prisión desde que se entregó el pasado mes de diciembre tras pasar variso días fugado al eludir el cerco policial en el que cayeron otros presuntos integrantes de la organización. El cambadés conducía en aquel momento un potente BMW y salió a toda velocidad para eludir el cerco, hasta el extremo de que incluso embistió a un vehículo policial.

La denominada Operación Salamina se cierra con 20 implicados. Los agentes darían cobertura a la red atribuida a "O Fuchico" que, según la investigación, vendía estupefacientes por toda Galicia y tenía ramificaciones en Cambados, Bueu y Salceda de Caselas.

A los encargados de mover la droga, cocaína, hachís y distintos estupefacientes, se suman ahora los dos agentes a los que se imputaría una presunta omisión del deber de perseguir delitos y una posible revelación de secretos. Los guardias civiles fueron arrestados el lunes por la tarde, y en el transcurso del operativo se realizaron cuatro registros, en los domicilios particulares de los guardias y en los pisos que ocupan en sus respectivas casas cuartel. Está previsto que declaren esta mañana en el Juzgado de Instrucción 3 de O Porriño que dirige la operación con la Fiscalía Antidroga.

El agente de Cambados, de unos 30 años de edad, llevaba unos cinco destinado en el puesto de la localidad arousana. Según un comunicado remitido ayer por la Comandancia de Pontevedra "los dos componentes del Instituto Armado detenidos, supuestamente, habrían facilitado al líder de la trama información para eludir los controles policiales y participado, además, en algunas actividades ilícitas relacionadas con el tráfico de influencias y el tráfico de drogas". Aunque en principio se descarta que los guardias tuviesen relación directa con los estupefacientes.

En el último medio año fueron detenidos seis guardias civiles en la provincia de Pontevedra por su presunta vinculación con las redes del narcotráfico. A finales de agosto se detuvo a dos agentes acusados de revelar a los narcotraficantes detalles sobre operaciones policiales en curso del Equipo Contra el Crimen Organizado, el ECO, una unidad de elite nacional. Y hace apenas dos semanas, la Policía Nacional arrestó a dos guardias del puesto de Mos. Efectuaron la detención en una gasolinera, y posteriormente se encontró un kilo de droga. Uno de los agentes ingresó en prisión, mientras que el segundo quedó libre, pues ese día estaba sustituyendo a otro guardia que se había puesto enfermo.