Los peores presagios se cumplieron. Una unidad canina de la Policía Nacional de perros adiestrados en el rescate de personas trasladados de Madrid, localizó ayer por la tarde el cadáver del joven vigués Miguel González Cabaleiro, estudiante de 24 años, que desapareció de su casa de O Calvario hace 42 días tras sufrir una crisis psicológica. Su cuerpo apareció en las cercanías de la carretera vieja de Peinador, en las proximidades de una gasolinera en el conocido como camiño Carballal, debajo de un puente de la autopista AP-9 de unos 30 metros de altura. Con la veintena de agentes que rastrearon la zona se encontraba el padre del joven, a quien habían avisado del traslado de la unidad especial desde Madrid.

El equipo policial de búsqueda se trasladó al lugar a primeras horas de la tarde. Seguían una de las pistas más fiables recogidas por los investigadores de la comisaría viguesa tras depurar las informaciones de los muchos testigos que aseguraron haber visto al joven desaparecido una vez que su familia distribuyó centenares de carteles con su fotografía. Las fotografías del joven fueron pegadas en paradas de bus, estaciones, farolas y vallas de Vigo y los municipios próximos. Decenas de voluntarios se sumaron a una intensa búsqueda liderada por su familia que incluyó numerosos rastreos en montes, parroquias y casco urbano para tratar de localizarle.

Un conductor informó poco después de la desaparición de Miguel González que había visto correr a un joven que parecía desorientado en la mediana de la autopista AP-9 que pasa por Peinador. La zona había sido inspeccionada ya pero al tratarse de un lugar boscoso y con grandes terraplenes se solicitó el apoyo de los perros especializados en rescates de personas.

El cuerpo de Miguel fue localizado poco antes de las 18.30 horas y la zona se acordonó para que los policías pudieran examinar el lugar y recoger pruebas. Poco después la juez de guardia ordenaba el levantamiento del cadáver y el cuerpo era trasladado al Hospital Nicolás Peña donde se le practicará la autopsia. En principio se sospecha que el joven estudiante de veterinaria pudo fallecer de frío ya que se marchó de casa en plena crisis vestido con camiseta de manga corta, pero serán los forenses quienes determinen las causas de la muerte.

La de Miguel González Cabaleiro no fue la única búsqueda que realizó ayer en Vigo la unidad canina desplazada desde Madrid y que contó durante toda la jornada con el apoyo de dos decenas de agentes y un helicóptero. A últimas horas de la mañana se inspeccionaban una finca próxima a la VG-20 en Navia en busca de José Ángel Casal González, un vigués de 44 años cuya pista se pierde el pasado 22 de octubre en las inmediaciones del ambulatorio de Coia. Su moto se encontró aparcada en la avenida de A Florida y algunas informaciones apuntaban que podría haber sido visto en la zona donde se le buscó.

Inicialmente los perros de rescate marcaron una zona en el centro de la finca, por lo que se requirió la colaboración de los bomberos del parque de Teis para vaciar un pozo que tenía unos 70 centímetros de agua, si bien en este caso la búsqueda resultó infructuosa.

La aparición del cadáver de Miguel González Cabaleiro pone fin a una dolorosa búsqueda que se prolongó durante 42 días. Con el paso del tiempo su familia iba temiéndose lo peor, pues el joven se había ido de casa sin dinero ni ropa de abrigo, aunque inicialmente llegaron a pensar que podría haberse guarecido en algún galpón o garaje. El dolor que ayer embargaba a familiares y amigos se extendió enseguida entre las decenas de voluntarios que colaboraron en su búsqueda.