¿Qué lleva a unos padres a aliarse para sedar durante tres meses a su hija, darle una alta dosis de ansiolíticos para que no pueda defenderse y finalmente asfixiarla y abandonarla en una cuneta? Dos meses después de que el cadáver de Asunta Basterra Porto, de 12 años de edad, apareciera recostado en un árbol en una pista forestal del municipio coruñés de Teo, a solo 5 kilómetros de la casa familiar de verano en dicha localidad, sigue sin conocerse el móvil que llevó a cometer tan atroz crimen y no parece fácil dar con él. Con sus padres como únicos sospechosos y proclamando su inocencia desde prisión, el gran cabo suelto de la investigación es el motivo. Descartado un móvil económico o pasional, así como la agresión sexual, ni el sumario ni la investigación aportan datos concluyentes de por qué la abogada Rosario Porto y el periodista Alfonso Basterra habrían matado a la pequeña, solo hay sospechas en un caso que desde hace dos meses conmociona a España y acumula pistas falsas y hasta contradictorias.

El hombre de los guantes de látex. Cuando Rosario Porto denuncia a las 22.30 del 21 de septiembre la desaparición de Asunta, dice que la dejó estudiando en casa y al regresar no estaba. Relata que en julio entró en su piso un hombre bajo y con guantes de látex que quiso matar a la niña mientras dormía. Explica que no lo denunció por no causar un trauma mayor a su hija. Su exmarido la acompaña y lo refrenda. Los investigadores sospechan que pudo ser un primer intento de asesinato.

¿Movieron el cuerpo? Dos hombres que salían de un club de alterne hallan el cuerpo de la pequeña a la 1.30 horas en la pista de Teo. Bajan del coche y ven que tiene un brazo doblado sobre el abdomen. Aparcan el vehículo lejos y al regresar el brazo está extendido. Aseguran que alguien movió el cuerpo, pero iban ebrios y tenían miedo de que el asesino siguiera allí.

La detención. A los dos días del crimen la madre de Asunta es detenida y su exmarido al día siguiente. Les imputan por presunto delito de homicidio ante las confusas y contradictorias explicaciones que dieron de las últimas horas de vida de la niña. Rosario cambia su versión ante el juez cuando éste le indica que varias cámaras de seguridad las grabaron juntas en el coche camino de Teo. Admite que fue con Asunta a la finca y volvió a llevarla a Santiago porque se encontraba mal, pero que como había dejado las ventanas abiertas regresó a cerrarlas a Teo. No sabe decir en concreto donde dejó a la niña. El juez sostiene que la menor no salió de la finca y sitúa a Rosario Porto con su hija en la ingesta de ansiolíticos en casa de Basterra aquel día y también cuando fallece la niña. La acusa de ser ella quien la asfixia y a Basterra de sedarla.

La millonaria herencia. Rota la imagen de familia feliz de clase media alta comienza la búsqueda del móvil del crimen. Salta la primera de las grandes barbaridades sobre el caso. "Asunta es heredera universal de sus abuelos". En España no se puede desheredar a los hijos salvo que se demuestre que han atentado contra la vida del progenitor. En casa de Charo se localiza el testamento de sus padres, un prestigioso abogado y una profesora de Arte en la Universidad. Dejan todos sus bienes, que rondan los 3 millones de euros, a su única hija. El patrimonio incluye el chalé de Teo donde fue asesinada Asunta.

El extraño fallecimiento de los abuelos maternos. Francisco Porto, de 88 años, y María del Socorro Ortega, de 78, fallecieron el año pasado con apenas siete meses de diferencia. Ambos, murieron de forma repentina en su domicilio, primero ella y después él. No hubo autopsia y fueron incinerados. Una familiar aseguró en televisión que sospechaba que Rosario pudo matar a sus padres. La investigación, todavía en sus comienzos, no descarta que la pequeña pudiese conocer algún secreto de familia. ¿Pero qué terrible secreto podría ser para que la mataran?

El inquietante blog de asesinatos en Santiago. El mismo mes en el que murió su abuelo, junio de 2012, Asunta -una niña de altas capacidades que va un curso por delante y estudia piano, ballet, inglés, francés y chino-, inicia un peculiar blog de misterio en inglés. En su cuaderno de bitácora, "Asunca", se define como "cazadora de fantasmas" en los parques de Santiago e incluye un relato de asesinato y venganza en una familia de tres miembros que acabó con el fantasma de John, el padre asesinado, por vengar la muerte de su mujer, vagando por ese jardín.

Asfixia mecánica. El informe preliminar de la autopsia refleja que Asunta Basterra fue sedada, que no existe agresión sexual y que la muerte es causada por una asfixia por sofocación. Es decir, alguien le tapa las vías respiratorias. Sin embargo, a la espera de los informes definitivos y dada la alta dosis de lorazepán que presenta el cuerpo, llega a apuntarse que la dosis era mortal y Asunta murió por asfixia química. El informe final de la autopsia ratifica que falleció por asfixia mecánica.

"Mi madre me quiere matar". Tres profesoras, dos de música y una de ballet, acudieron a declarar voluntariamente en cuanto supieron que la niña había sido sedada antes de morir. Habían vivido episodios anteriores con la pequeña balbuceante y sus padres lo atribuyeron al medicamento de una alergia, inexistente según la pediatra. En ningún caso declararon que la niña les dijera que su madre quería matarla. Sí les relató que le hizo tomar unos polvos blancos que la hicieron dormir dos días y que sus padres la engañaban.

Rosario extiende sospechas sobre Alfonso. Ante el juez Vázquez Taín, la madre de Asunta niega haber dado ansiolíticos a la niña y cualquier relación con el asesinato. No descarta que su exmarido tenga algo que ver con la ingesta de Orfidal de la niña. Dice que tiene el medicamento en casa y relata una intoxicación anterior con unos "polvos blancos".

Basterra ¿el débil de la pareja o el ideólogo del crimen? Inicialmente los investigadores creían que Alfonso Basterra protegía a Rosario, que habría sufrido alguna crisis que acabó con la muerte de Asunta. Le tenían por el débil de la pareja y creían que sería el primero en "romperse". Con la imputación de homicidio elevada ya a asesinato, su papel ha cobrado protagonismo y se le señala como el ideólogo del crimen. Enterado de la declaración de su mujer cambió su versión, negó sin explicar qué eran los polvos blancos y aseguró que nunca le preguntó a Rosario donde había dejado a la niña el día de su muerte. Fue quien compró el Orfidal y se le imputan también anteriores episodios de sedación a la niña.

El semen de la camiseta. La gran investigación de la Guardia Civil para esclarecer el asesinato se ha visto ensombrecida con la contaminación de la camiseta de Asunta con semen de un presunto agresor sexual. No se ha hecho público el resultado de la investigación abierta por el juez instructor, ni si Interior ha depurado responsabilidades, pero posiblemente la ropa no podrá presentarse como prueba en el juicio. Las defensas podrán impugnarla.

El amigo marroquí y amores despechados. La búsqueda del móvil del crimen ha desatado decenas de rumores: amores despechados, celos... Las relaciones sentimentales y comerciales de Rosario Porto; sus viajes a Marruecos con un empresario gallego al que acompañaba como intérprete y su amistad con Messaoud El-Omari, un exsindicalista condenado la semana pasada a 4 años de cárcel por explotar a inmigrantes que acudió al velatorio de Asunta, fueron investigados. Ningún indicio los sitúa como conocedores del asesinato ni cómplices del mismo, según el juez. El-Omari negó cualquier relación mercantil o sentimental con ella y comparte abogada con Basterra.

El tercer hombre. La posibilidad de un tercer cómplice que hubiera trasladado el cuerpo de Asunta a la pista de Teo -inicialmente existían dudas de que Rosario pudiera cargar con el cuerpo, pues la niña era tan alta como ella y pesaban lo mismo-, ha sido descartado por el juez. No así por el abogado de Rosario Porto, que apunta que el tercer hombre sería el autor del crimen y dejaría pistas falsas contra su clienta.

Rosario ¿en una secta? ¿Fue también adoptada? De la madre de Asunta se ha dicho falsamente que pertenecía a una secta, que también había sido adoptada o que tenía privilegios en prisión.

Una polémica incineración. Los forenses autorizaron la incineración del cuerpo de la niña. Antes recogieron muestras suficientes de todo para realizar las pruebas que puedan solicitar las defensas. Incluida la parte de la cara con la posible marca de una mano pequeña.

¿Qué hay en el ordenador y el segundo móvil de Basterra que han desaparecido? Basterra escribe sus memorias como preso preventivo en la cárcel de Teixeiro mientras la Guardia Civil busca su ordenador y un segundo teléfono móvil desaparecidos y cuya existencia intentó ocultar, según el juez instructor. ¿Que hay en los dispositivos que no quiere que vean los investigadores? Quizás tengan relación con las enigmáticas frases que le dirigió Charo Porto en los calabozos al ser detenidos: "Tú y tus jueguecitos", "¿Te ha dado tiempo a deshacerte de eso?"