Asunta Basterra era consciente dos meses antes de su asesinato de que sus padres la engañaban y de que algo extraño sucedía en su entorno familiar que le afectaba directamente a su salud. La profesora de la escuela de música a la que acudía la niña de 12 años declaró, según consta en el sumario al que tuvo acceso FARO DE VIGO, que el 16 de julio, tras preguntarle qué le pasaba porque "balbuceaba y hablaba muy despacio", le espetó que su madre le había dado "unos polvos blancos" y que había estado "dos días" durmiendo.

"Me dijo que no sabía qué le ocurría y que la estaban engañando. Que a ella nadie le decía la verdad", declaró la testigo ante el juez Vázquez Taín. La profesora de piano, además, apuntó que Alfonso Basterra, pareció "no querer" darse cuenta de los síntomas que presentaba su hija, y que se justificó diciéndole que Asunta tomaba una medicación para la alergia. La pediatra de la pequeña desmintió su versión, ya que en su historial clínico no consta que padeciese ninguna alergia.

El relato de la maestra de piano concuerda con el de la directora del centro, quien aseguró durante la instrucción del caso que la niña llegó a la escuela en más de una ocasión "aturdida y muy mareada" y que le reconoció que era incapaz de decirle cuántos dedos le enseñaba de una mano porque veía "doble".

El informe toxicológico

El informe toxicológico que obra en la causa judicial revela que a Asunta le administraron ansiolíticos al menos durante tres meses antes de su muerte. Rosario Porto, que está asistida por el penalista José Luis Gutiérrez Aranguren, negó haber intoxicado a la menor. De hecho, declaró ante el juez que su exmarido, Alfonso Basterra, tenía Orfidal -el medicamento con el que fue sedada la niña- en su domicilio y que, al menos en una ocasión, le había dado a Asunta unos "polvos blancos" provocándole una intoxicación.

El procesado, en cuanto fue informado del testimonio de su exmujer, la desmintió aunque no especificó a qué "polvos blancos" hizo referencia Rosario, que señaló a su marido cuando fue preguntada sobre por qué las profesoras aseguran que su hija acudió a sus clases en un evidente estado de somnolencia. La profesora, sin embargo, subrayó que Asunta acusó a su madre de haberle suministrado unos "polvos blancos" a los que la niña achacó el estado de "mareo y debilidad" en el que se encontraba.

Taín sostiene en el auto en el que decretó el levantamiento del secreto de sumario que, según el resultado de la autopsia, Alfonso suministró a su hija "una dosis tóxica de Orfidal" el día de su muerte, "al igual que había efectuado los episodios anteriores". El juez concluyó que los padres de Asunta se aliaron para matarla y descartó la implicación de terceras personas, como se especuló durante la investigación.

"Para privarla de toda voluntad y defensa"

Alfonso, según el magistrado que dirige la instrucción del caso, se encargó de intoxicarla el pasado 21 de septiembre para "privarla de toda voluntad y defensa" en un "plan concordado" con su exmujer, que, según el auto emitido por Taín, fue quien la asfixió en la vivienda de Teo situada cerca de la pista forestal donde fue localizado el cadáver de la niña. La investigación apunta a que presuntamente la madre de Asunta utilizó un pañuelo o un peluche en los que se ha encontrado ADN de ambas cuando la niña estaba completamente sedada y sin posibilidad de defensa.

Los amigos de la pequeña también prestaron declaración en el Juzgado de Instrucción 2 de Santiago y todos negaron que la niña les contase que tenía problemas en casa o que le obligasen a ingerir pastillas. La menor que aseguró ser la "mejor amiga" de Asunta insistió en que "nunca" le insinuó que sucediese "nada" extraño en su entorno familiar. Además, también negó que su amiga, con la que veraneó el pasado mes de agosto en Vilanova de Arousa, le contase el supuesto ataque de un desconocido que, según su madre, sufrió en el domicilio de Santiago unos meses antes de ser asesinada.

El juez, que tras analizar las pruebas testificales y documentales, señala a los padres de la menor como los posibles autores del delito de asesinato, tomó declaración a numerosos testigos del entorno de la pareja. Entre ellos a la vecina de Rosario, quien le manifestó que había dejado de pagar la comunidad. La mujer recordó que días antes de que fuese localizado el cadáver de Asunta, Rosario le contó, "con lágrimas en los ojos" que tenía "muchos problemas".

Un testigo: "Me dijo que no sabía por lo que estaba pasando"

"Me dijo que no sabía por lo que estaba pasando", afirmó la testigo, que también relató al juez que subió a casa de Rosario y que, tras señalarle los post-it que tenía por la vivienda le dijo: "¿Ves cómo no te miento? Me olvido de las cosas y las tengo que apuntar". Después, la imputada le confesó que Asunta se había dejado las llaves por fuera del piso y que un hombre la había atacado. Desde entonces, la niña, según Rosario, estaba "mal" y dormía todas las noches con ella.

La procesada, cuando denunció la desaparición de su hija, les contó que meses antes había estado en comisaría para dar parte del incidente que había sufrido Asunta. Según su versión, un desconocido había entrado en su piso y la había intentado ahogar. Aunque en un primer momento acudió a la policía, decidió no regresar cuando le dijeron que era necesario que presentase un parte médico.

La madre de una niña que iba a clases de ballet con Asunta corroboró el suceso en la declaración que prestó ante Taín. La mujer afirmó que durante un trayecto en coche Asunta le dijo que un extraño la había atacado. "Llamé a Rosario para preguntarle si era verdad y me dijo que sí, que era un ladrón y que sabía dónde estaba la caja fuerte porque estaba en la habitación de su hija", indicó en su declaración.

El sumario contiene, además de los informes periciales, multitud de versiones de testigos del entorno de Asunta, Rosario y Alfonso. Por el momento, las defensas estudian su contenido. La Asociación Clara Campoamor, que ejercita la acción popular, denunció ayer que al sumario que le facilitó el juzgado le faltan páginas y solicitó al juzgado de instrucción que lo subsane.