Un cobrador de morosos de una empresa de Vigo ha sido condenado por amenazas a un deudor. Tras citarlo a una reunión, trató de impedir que saliera de la oficina y le amenazó con "cortarle la mano" si abría la puerta, por lo que la asesora que lo acompañaba llamó a la Policía. La Sección Quinta de la Audiencia con sede en Vigo, ante la que recurrió el fallo, ratifica la pena de 200 euros de multa que le impuso el Juzgado de Instrucción 1 tras un juicio de faltas.

Los hechos probados se remontan al 26 de septiembre de 2012. El supuesto moroso, acompañado por un asesora legal, acudió a la oficina de cobros donde se reunieron con dos empleados de la misma. En un momento dado, cuando abordaban a la supuesta deuda que con un tercero tenía el denunciante, éste anunció que se marchaba de allí y se dirigió a la puerta. En ese momento, uno de los empleados de la entidad le increpó diciéndole que de allí no se iba nadie, cerró la puerta y advirtió al presunto moroso que si la abría "le corto la mano".

"Ante esta actitud tan hostil", según la sentencia, la asesora de la víctima pidió al empleado que abriera la puerta , pero éste se negó. La mujer cogió el teléfono móvil y llamó a la Policía, momento en que el empleado de empresa de cobros a morroñoso empezó a insultar a su cliente, a la ve que le indicaba que "sabía donde vivía, que lo iba a destrozar, que se iba enterar de quien era él". A continuación tomó fotografías de la asesora y su cliente con su teléfono móvil, abrió la puerta y les dejó salir.

El recurso presentado contra la condena ante la Sección Quinta ha sido desestimado. El fallo expone el hecho de que no hayan declarado otras personas presentes en el incidente no es óbice para una condena, pues él mismo pudo citar como testigo a su compañero de trabajo. Tampoco rebaja la multa "muy próxima al mínimo legal" ya que la "precaria situación económica" que alega no dejan de ser "meras manifestaciones carentes de pruebas".