Un velero de A Guarda era el encargado de recoger en el Atlántico los más de 3.000 kilos de cocaína que el pesquero senegalés Rippide transportaba desde Venezuela y acercar el alijo a la costa gallega donde sería desembarcado por planeadoras. Pero la operación antidroga del Greco Galicia y el apresamiento del buque nodriza frustró el encuentro entre ambas embarcaciones en el punto previsto, por lo que ahora se busca al velero que sigue en alta mar con tripulación gallega.

Con los presuntos cabecillas del alijo en prisión provisional, los arousanos Marcos Vigo y José Luis Morgade, la información sobre el velero y la logística del transporte de la cocaína centró ayer el grueso de las declaraciones judiciales. La juez de Instrucción 4 de Vigo, en funciones de guardia, tomó declaración a otros ocho detenidos en la denominada Operación Albatros en presencia del fiscal Antidroga de Pontevedra, Luis Uriarte, y de los abogados defensores en una maratoniana jornada que comenzó a las 10 de la mañana y finalizó casi 12 horas después.

A últimas horas de la noche y a petición del fiscal, la magistrada ordenó el ingreso en prisión provisional de otros seis detenidos por la red de tráfico de drogas, con lo que ya son doce los que han ingresado en el centro penitenciario de A Lama.

A propuesta del Ministerio Público quedaron en libertad con cargos los dos detenidos en Ourense: El histórico narcotraficante Manuel Rodríguez Conde, "Manolito Rotonda" que presenta problemas de salud y esta controlado por una pulsera telemática, y José Gómez Calvino, el manager de la giras del cantante Manu Chao. El arresto de este último tuvo lugar el viernes a primeras horas de la mañana cuando regresaba a Ourense tras una noche de copas en Vigo.

Las declaraciones judiciales continúan hoy, también el juzgado de guardia aunque la causa se sigue en Instrucción 6, con la declaración de los dos últimos detenidos, una mujer de Vigo y otro acusado, con lo que el número de arrestos se ha elevado a 22. Los últimos en pasara a disposición judicial serán los tripulantes del Rippide, cuatro marineros indonesios y un capitán coreano, que navegan hacia Vigo en el patrullero del Servicio de Vigilancia Aduanera Petrel, que trasladó a los GEO que asaltaron el buque nodriza y que ahora remolca al destartalado pesquero. El estado del barco es tan malo que existen dudas de si logrará llegar a la costa sin hundirse.

La que parecía que iba a ser una jornada judicial de mero trámite con comparecencias rápidas de los considerados colaboradores de segunda fila de la organización desmanteladas convirtió ayer en un declaración en toda regla para algunos de los detenidos que se habrían mostrado colaboradores. De hecho, las declaraciones más largas fueron las de dos vecinos de Ponteareas, Luis Miguel I.V., que ya cumplió 9 años de prisión por tráfico de drogas, y un ciudadano brasileño. Luis Miguel I.V. , con problemas de toxicomanía, tuvo que ser trasladado la noche del viernes a un centro médico desde los calabozos ya que sufrió un ataque de ansiedad y no podía fumar.

Ambos habrían admitido su mediación para gestionar el velero de A Guarda que debía recoger la cocaína en alta mar. Las escuchas y los seguimientos policiales les sitúan en reuniones mantenidas con responsables de la organización en distintos puntos de las Rías Baixas para reclutar barcos y tripulaciones.

Menos colaborador se mostró el cambadés Francisco Javier Suárez, que se habría acogido a su derecho a no declarar. También él ha cumplido prisión por narcotráfico y como el histórico "Manolito Rotonda" lleva pulsera telemática de localización.