El cambadés José Luis Viñas Morgade, "Manzanita", es un viejo conocido de las fuerzas de seguridad desde la Operación Nécora. En octubre de 1990, durante la Operación Job en la que se requisaron 1.200 kilos de cocaína en una furgoneta, no dudó en lanzarse al mar en Cambados al ver que los policías le buscaban, uno de ellos -el actual comisario de Santiago- se tiró tras él y lo detuvo en el agua. Mientras, su jefe José Rey Vila se ocultaba durante horas en un depósito de agua en su domicilio, de donde fue rescatado medio congelado. El tercero del grupo buscado, Gerardo González Padín, no dudó en intercambiar disparos con los agentes durante su persecución. Rey Vilas y "Manzanita" fueron condenados a 12 años de prisión y 110 millones de las antiguas pesetas de multa.

Marcos Vigo, el yerno de Josefa Charlín -hija del patriarca del clan- pertenece a una nueva generación de arousanos. No ha sido condenado por tráfico de drogas, pero sí por la venta de coches de lujo robados. En marzo de 2006 la Audiencia de A Coruña le impuso tres años de prisión por este delito.

No era la primera vez, pues en apenas un año fue detenido hasta en tres ocasiones por delitos similares. Pero su imputación más grave llegó de la mano de su procesamiento junto a varios jóvenes integrantes del clan Charlín por la desaparición y muerte de Fernando Caldas. Diez años después de la desaparición fueron juzgados y absueltos por falta de pruebas.