Penas que suman 12 años y nueve meses de prisión. Esta es la condena impuesta a un atracador reincidente por tres robos con intimidación a punta de cuchillo en fruterías y tiendas de Vigo entre los meses de octubre y noviembre de 2009. El modus operandi siempre era el mismo. El atracador entraba en el establecimiento, se dirigía al cajero y exigía el dinero de la caja intimidándole con un cuchillo u objeto cortante, si bien intentaba tranquilizar a las víctimas asegurando que no les haría daño. El botín de los tres robos no llegó a 2.000 euros, si bien logró mil en una tienda de ortopedia. Aunque Miguel Ángel F.D. negó los hechos, tres de las víctimas lo reconocieron el juicio.

La magistrada del Juzgado de lo Penal 2 le condena, además, a una multa de 180 euros por un hurto en una frutería y le absuelve, por falta de pruebas, del asalto a un supermercado que también le imputaba la Fiscalía que solicitaba para el acusado el doble de condena, casi 24 años de prisión.

El fallo considera probado que Miguel Ángel F.D., que ya había sido condenado por otro robo con fuerza, entró la tarde del 22 de septiembre de 2012 en un establecimiento de la calle Simón Bolívar e intimidó a la empleada con una botella de cristal rota. "Le cuento hasta tres", le dijo para que le entregara el dinero. La víctima abrió la caja registradora y él se llevó 600 euros. También a media tarde el 19 de octubre de 2012 se acercó a una tienda de la calle Urzáiz. Intimidó a la cajera con un cuchillo y, una vez que le abrió la caja registradora, le ordenó que se metiera en un probador, llevándose 80 euros.

El tercer robo con intimidación que se le imputa tuvo lugar el 23 de octubre de 2012. Entró en un tienda de ortopedia en la calle Marqués de Valladares, intentado sin conseguirlo cubrirse el rostro con la capucha de una sudadera, y cuchillo en mano exigió el dinero de la caja a la empleada, a la que mandó tirarse al suelo. En este caso logró hacerse con mil euros.

El 2 de noviembre de 2012 Miguel Ángel F.D., según la sentencia, entró en una frutería de Marqués de Valladares intentando cubrirse el rostro. Una vez dentro, sin emplear fuerza física y aprovechando que la caja registradora estaba abierta, en un descuido de la empleada cogió 250 euros, abandonando el local.

La magistrada considera que no ha quedado probado que el acusado fue la persona que el 17 de noviembre de 2012 entró en supermercado de la calle Pateira y colocara un cuchillo en el costado del cajero para llevarse 361,66 euros.

La sentencia destaca que la "persistencia en la intimidación al esgrimir el cuchillo y la botella, acercándolos hasta casi tocar el cuerpo de las víctimas, insistiendo en que le dieran el dinero hasta conseguirlo, saliendo corriendo con el botín, evidencia una acentuada peligrosidad".