R.A.M., profesor de autoescuela de Ourense, estuvo imputado por presunto abuso sexual y cayó en una espiral de ansiedad. Y es que tras esta acusación falsa de una alumna que lo culpó de tocamientos, el hombre fue esposado, "en la vía pública, ante su trabajo y con sus vecinos mirando en la ventana". "Ha vivido un infierno", decía ayer su abogada, en el juicio contra los presuntos autores de la denuncia falsa. La mujer que lo denunció, así como la pareja que presuntamente instigó el engaño, se sentaron en el banquillo. La primera confesó que le ofrecieron 500 euros por fingir el delito sexual.