La celebración del bautizo del bebé de una familia de Tomiño en un restaurante de Vigo, el sábado por la tarde, acabó en una violenta reyerta familiar con tres de los invitados detenidos por insultos y agresión a los policías locales que acudieron para poner paz.

La disputa entre algunos invitados comenzó, al parecer, por cuestiones familiares casi a los postres de la comida, pero el ambiente se fue calentado y de la violencia verbal se pasó a la física, derivando en una gran trifulca en la que mesas, sillas, platos, copas y botellas volaron por el aire. Uno de los invitados resultó herido en la cabeza, por lo que los responsables del establecimiento avisaron a la Policía Local y también solicitaron una ambulancia al 061.

Los agentes municipales que se desplazaron al restaurante, situado en el Monte Alba, en la parroquia de Valadares, se encontraron con los restos de un auténtico campo de batalla, y a muchos invitados con las ropas rasgadas. Cuando intentaban esclarecer lo ocurrido, una mujer les instó a que se marcharan porque pretendían solucionar el problema entre ellos.

Ante la negativa policial, pues los agentes señalaron que alguien tendría que hacerse también cargo de los daños causados en el restaurante, comenzaron a insultarles y también les agredieron.

Una mujer increpó a los agentes mientras otro familiar, un menor de 17 años, se abalanzó sobre uno de ellos con intención de agredirle, momento en el que fue detenido.

Instantes después eran dos hermanos quienes también insultaron a los agentes y forcejearon con ellos para evitar ser arrestados. Así, O.G.B. de 27 años, se dirigió "en términos insultantes" a uno de los policías y aprovechó para abalanzarse sobre el otro agente que hablaba con otro invitado, que resultó ser su hermano M.G.B., de 35 años. Cuando los policías procedían al arresto de O.G.B., su hermano trató de evitar que se lo llevaran agrediendo a los agentes, por lo que también fue detenido.

"Se les fue de las manos. Empezaron a discutir unos con otros por cosas de familia y acabaron reventando en el comedor mesas, sillas y vajillas; hasta rompieron el espejo del baño. Vi como uno cogía un taburete y golpeaba a otro con él en la cabeza", relataba ayer uno de los camareros del asador Sanatorio del Alba donde ocurrieron los hechos.

"Uno de lo invitados tenía un corte tan grande en la cabeza que tuvimos que llamar a la Policía y también a la ambulancia, necesitaba asistencia. Cuando llegaron los agentes empezaron a insultarles y uno de los invitados pegó un puñetazo en la cabeza, por detrás, a un policía. Nosotros no sabíamos que hacer, si separarlos o no. Estamos trabajando y cumpliendo, por eso que nos ocurra algo así...", lamentaba ayer el trabajador.