Casi sexagenario, el historial delictivo de Marcelino Martín -un histórico atracador de bancos- parece no tener freno. El año pasado un juzgado de Vigo le condenó a cuatro años y medio de cárcel por el violento atraco a una sucursal de Beade donde, pistola en mano, maniató con un compinche a la directora y a una empleada de la oficina llevándose 100.000 euros de botín. Tenía que estar en prisión, pero aprovechó un permiso penitenciario las últimas navidades para no regresar al penal y volvió a empuñar una pistola. Hasta que lo capturaron el pasado 25 de febrero tuvo tiempo de asaltar otras dos sucursales bancarias en Madrid, si bien su arresto no trascendió hasta que hace unos días fue detenido su cómplice, Antonio Mico., considerado también un delincuente peligroso.

En concreto se les atribuye un atraco el pasado 9 de enero en una entidad de Fuenlabrada, donde entraron a cara descubierta y armados con una pistola y un revólver, y tras intimidar a los empleados se llevaron mil euros. Dado lo exiguo del botín, repitieron al día siguiente en una sucursal de Hortaleza.

En esta ocasión los atracadores fueron más violentos. Maniataron y encerraron en un despacho a los empleados para evitar que avisaran a la Policía. Era casi la hora de cierre y esperaron a los retardos de la caja fuerte y del cajero llevándose un botín de 42.140 euros y casi mil libras y dólares. Aunque llevaban el rostro cubierto, a uno de ellos se le bajó la protección y la cámara de seguridad le grabó.

Marcelino Martín, natural de Alcalá de Henares, ha pasado media vida en prisión por su escalada de delitos. Uno de sus arrestos más mediáticos ocurrió cuando fue cazado por los GEO junto a otros cuatro integrantes de una banda gallega en los conductos de ventilación de una entidad bancaria madrileña. Se les atribuían más de 15 atracos y su modus operandi sigue siendo el mismo: especial predilección por las oficinas de La Caixa, y acceder a las oficinas por el falso techo para esperar dentro a los empleados. Así actuó también en Beade.