Jacobo Rodríguez Roque, el padre de los dos niños que se encuentran en Japón sin su consentimiento y que denunció a su expareja por secuestro de los dos menores, ratificó la semana pasada la denuncia presentada por vía penal ante la juez y el fiscal. Confía en que a través de Interpol se emita algún tipo de alerta que permita comprobar dónde y en qué condiciones se encuentran los niños. "Ese es el primer paso. Llevo dos meses y 6 días sin ver a mis hijos ni hablar con ellos, y no voy a renunciar a ser su padre. Mis hijos están en paradero desconocido sustraídos por su madre", adelanta.

Confía en que la sentencia sobre la custodia de los dos pequeños le sea favorable, porque así "podré ir a buscarlos, y si tengo que quedarme allí para ejercer de padre, estoy dispuesto. Habrá una medidas que regulen las visitas. Lo más doloroso es no saber nada de los niños. Son muy pequeños", advierte. Y es que Japón no ha firmado el convenio de La Haya sobre secuestros de menores y la recuperación de los niños resultará difícil.