Un día después de salir del hospital en el que estaba tras su rescate el lunes pasado, la confusión rodeaba ayer el paradero de Michelle Knight, una de las tres jóvenes secuestradas durante una década en Cleveland (Ohio). Aunque se especuló con que la mujer se encontraba en la casa de Gina DeJesús, otra de las liberadas, los portavoces de la familia negaron la información, según confirmó la cadena local de televisión Newsnet5. Los parientes de Gina DeJesús añadieron que quieren ayudar en todo lo posible a Michelle.

El hospital emitió un comunicado en el que sólo confirmó que Michelle había sido dada de alta y que la joven pedía a los medios que respetasen su privacidad. Los rumores sobre el paradero de Michelle, la víctima que pasó más tiempo secuestrada por Ariel Castro y quien al parecer sufrió especialmente la violencia del acusado, se dispararon el viernes cuando su abuela, Deborah Knigth, se presentó en el domicilio de DeJesús.

Deborah fue recibida en la puerta de la casa de la familia DeJesús por la madre de Gina. Las dos mujeres se abrazaron y charlaron, pero Knight no entró a la vivienda. Según informaciones de los últimos días, Michelle mantenía malas relaciones con su familia antes de su desaparición. De hecho, su madre, Barbara, intentó ver a su hija el miércoles en el hospital pero al parecer Michelle no permitió la visita. La cadena de televisión ABC señala que Barbara Knight, quien ahora vive en Florida, ha contratado al abogado Jay Milano para tener acceso a su hija.

Ariel Castro, de 52 años de edad, mantuvo a Michelle Knight, Amanda Berry y Gina DeJesús, secuestradas durante una década, en el caso de Knight 11 años, a la vez que sometía a las jóvenes a violaciones y otros abusos. Las víctimas fueron descubiertas el lunes cuando Berry solicitó ayuda para escapar y sus gritos fueron escuchados por dos vecinos, Aurora Martí y Angelo Cordero, que la ayudaron a romper la puerta delantera de la vivienda de Castro. Amanda escapó con su hija, que ahora se sabe es fruto de las violaciones cometidas por Castro, y llamó ella misma a la policía desde una casa cercana.

Los agentes, posteriormente, descubrieron en el interior de la vivienda a Michelle Knight y Gina DeJesús y procedió al arresto de Ariel Castro así como de dos de sus hermanos, Onil y Pedro. Estos dos últimos fueron puestos en libertad tras determinarse que no estaban implicados en el secuestro y violación de las tres muchachas. El FBI confirmó ayer que no halló restos humanos en la casa en la que presuntamente Castro mantuvo cautivas a las tres mujeres.

La vivienda apareció ayer con todas las ventanas cubiertas con grandes paneles de madera y protegida por una valla instalada por la policía. Los agentes retiraron de la vivienda más de 200 artículos para proceder a su exhaustivo análisis.

Recuperación

Las víctimas y la hija que una de ellas tuvo en su cautiverio siguen su proceso de recuperación. El fiscal general de Ohio, Mike DeWine, también confirmó que el ADN señala a Castro como padre de esa niña. La misma prueba indica que el material genético de Castro no aparece en ningún otro delito cometido en Ohio.

Una de las vecinas que rescató a las jóvenes relató en una entrevista que se encontraba con otra mujer cuando escucharon gritos y vieron que la puerta de una casa cercana estaba entreabierta, lo justo como para que Amanda pudiese sacar un brazo. "Decía ayúdeme, ayúdeme, mi nombre es Amanda Berry", relató la mujer aún conmocionada por la experiencia vivida.