Violentaron la puerta de entrada de un edificio formado por bajo y cuatro plantas en Vigo en diciembre de 2009 y permanecieron allí hasta el mes de mayo de 2010 contra el expreso deseo de su propietario. Por eso, la Fiscalía solicita multas de 1.080 euros para cada uno de los cinco okupas acusados de un delito de usurpación.