"Todo fue como en una película", explicaba el propietario del vehículo robado a primera hora de ayer por la pareja de fugitivos. Su única preocupación era su hijo de siete años quien, junto a su prima, otra menor de 17 de años, se encontraban dentro del coche mientras él dejaba a la pequeña en la guardería. Estacionó el vehículo con la llave puesta a unos diez metros del centro, dejando en su interior a los otros dos menores. La pareja de fugados, a punta de cuchillo, amenazó a la adolescente que, tras ser forzada por el brazo por la mujer y que ésta le espetara "sal de aquí", abandonó despavorida el coche junto al otro niño.

"Escuchamos gritos y nos acercamos" recordaba, por su parte, la educadora del centro y testigo de lo ocurrido, Miriam García. La joven rememoró cómo el desconcierto inicial se acentuó cuando vio como los dos menores corrían hacia la guardería mientras proferían gritos. "Cuando vimos el coche moverse pensamos es que habían tocado el freno de mano", explicó.