La pareja de presuntos ladrones que el sábado huyó de la Guardia Civil pese a un espectacular operativo en O Salnés estaba más cerca de lo que se pensaba. De hecho, en la madrugada del domingo al lunes volvieron al barrio de Cambados en el que vivían de alquiler desde hace un mes. Y ayer pasaron la mañana en Pontevedra, donde se les volvió a perder la pista.

Vecinos de Cambados aseguran que M.A.S.L. y su esposa incluso lograron meterse en su casa por la parte de atrás, pese a que una patrulla de la Guardia Civil custodia la fachada de la vivienda de forma permanente desde el sábado. Este extremo no pudo ser confirmado oficialmente. Pero lo que sí se sabe seguro es que a las 8 de la mañana la pareja tomó café en un bar de San Tomé -a escasos 500 metros de la casa en que residían-, y que luego les recogió un taxi que les llevó a Pontevedra.

El madrileño M.A.S.L. y su esposa, alicantina, pasaron el último mes en una vieja casa. La fachada da a una calle, que es la que vigilaba la Guardia Civil, mientras que la parte trasera se asoma a una franja de fincas sin cultivar, viñedos y muros que se extiende hasta el mar. Vecinos plantean que es seguro que los dos fugados se colaron en casa durante la noche porque el domingo por la tarde la puerta trasera estaba cerrada, y ayer apareció abierta.

De ser cierta esta hipótesis, la pareja habría tenido que saltar al menos un par de muros y habría entrado en casa para coger dinero y cambiarse de ropa. De hecho, la camarera del bar de San Tomé que les atendió poco después, sobre las 8 de la mañana, asegura que no tenían el aspecto de quien llevaba casi dos días escapando por el monte de la Guardia Civil. Tampoco les reconoció. Estuvieron en el bar y cogieron un taxi para Pontevedra. "No parecían nerviosos", manifestó. La pareja es sospechosa de más de media docena de robos denunciados desde abril en bares, casas, comercios y naves de O Salnés. Él tiene una pistola.